domingo, 14 de diciembre de 2008

Un Curso de Milagros "LIbro de Ejercicios del 201 al 220"


Lección 211 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Soy el Santo Hijo de Dios mismo."
En silencio y con verdadera humildad busco la Gloria de Dios, a fin de contemplarla en el Hijo que Él creó como mi Ser.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 212 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Tengo una función que Dios quiere que desempeñe."
Busco la función que me ha de liberar de todas las vanas ilusiones del mundo. Solamente la función que Dios me dio puede ofrecerme libertad. Eso es lo único que busco y lo único que aceptaré como propio.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."



Lección 213 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda."
Una lección es un milagro que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que concebí que me hacen daño. Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero. Por eso elijo aprender Sus lecciones y olvidarme de las mías.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 214 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Pongo el futuro en manos de Dios."
El pasado ya pasó y el futuro aún no ha llegado. Ahora estoy libre de ambos. Pues lo que Dios da sólo puede ser para el bien. Y acepto únicamente lo que Él da como lo que me pertenece.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 215 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"El Amor es el camino que recorro con gratitud."
El Espíritu Santo es mi único guía. Él camina a mi lado con amor, y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 216 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"No puede ser sino a mí mismo a quien crucifico."
Todo lo que hago, me lo hago a mí mismo. Si ataco, sufro. Mas si perdono, se me dará la salvación.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 217 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"No puede ser sino mi propia gratitud la que me gano."
¿Quién debe dar gracias por mi salvación, sino yo mismo? ¿Y cómo sino a través de la salvación puedo encontrar el Ser a Quien debo estarle agradecido?
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 218 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"Sólo mi propia condenación me hace daño."
Mi condenación nubla mi visión, y a través de mis ojos ciegos no puedo ver la visión de mi gloria. Mas hoy puedo contemplar esta gloria y regocijarme.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 219 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"No soy un cuerpo. Soy libre."
Soy el Hijo de Dios. Aquiétate, mente mía, y piensa en esto por un momento. Luego regresa a la tierra, sin confusión alguna acerca de quién es aquel a quien mi Padre ama eternamente como Su Hijo.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."

Lección 220 : "No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."
"No hay más paz que la paz de Dios."
Que no me desvíe del camino de la paz, pues ando perdido por cualquier otro sendero que no sea éste. Mas déjame seguir a Aquel que me conduce a mi hogar, y la paz será tan segura como el Amor de Dios.
"No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó."


Iniciamos ahora la Segunda. Parte del curso, con la presente

INTRODUCCIÓN:
Las palabras apenas significan nada ahora. Sólo las usamos como guías, de las que no dependeremos. Los ejercicios serán sólo un preámbulo, mientras esperamos a nuestro Dios y Padre, que nos prometió que Él dará el paso final.
Así damos comienzo a la parte final de este santo año que pasamos juntos en busca de la verdad y de Dios, su único Creador. Encontramos el camino que Él eligió para que lo siguiéramos, y estamos siguiéndolo; Su Mano nos sostuvo. Su Amor nos llama incesantemente desde los orígenes del tiempo.
Cada cierto tiempo se incluirán temas de relevancia, cuya lectura debe preceder a las lecciones diarias, y los períodos de experiencia profunda que siguen a éstas. Deberán repasarse cada día, hasta que se te ofrezca el siguiente. He aquí el primero:

1 - ¿Qué es el perdón?
El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho, en realidad nunca ocurrió. Simplemente ve que no hubo pecados; así todos tus pecados quedan perdonados.
Un pensamiento que no perdona es aquel que emite un juicio que no pone en duda a pesar de que es falso. La mente se cierra y no puede liberarse. Persigue su objetivo frenéticamente, retorciendo y volcando lo que cree que se interpone en su camino. Su propósito es distorsionar, y se dedica a arrasar la realidad, sin miramiento por nada que contradiga su punto de vista.
El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla, simplemente espera, observa y no juzga. El que no perdona se ve obligado a juzgar, para justificar el no haber perdonado; pero el que se ha perdonado a sí mismo, debe aprender a darle la bienvenida a la verdad tal como ésta es.
No hagas nada, y dejá que el perdón te muestre lo que debés hacer a través de Aquel que es tu Guía, tu Salvador y Protector, Quien, lleno de esperanza, está seguro de que finalmente triunfarás. Él ya te perdonó, porque esa es la función que Dios le dió. Ahora, tenés que compartir Su función y perdonar a aquel que Él ha salvado, cuya inocencia Él ve y a quien honra como el Hijo de Dios.