lunes, 8 de diciembre de 2008

Un Curso de Milagros "LIbro de Ejercicios del 141 al 160"


Lección 141 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."El perdón es la llave de la felicidad.El perdón me ofrece todo lo que deseo.


Lección 142 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Gracias, Padre, por los regalos que me has concedido.Que no me olvide de que soy uno con Dios. ¿Sabés? me costó mucho superar el prejuicio que me producía hablar de Dios, Expiación, Espíritu Santo, Hijo de Dios, santidad... todo lo que pudiera ser "racionalmente" aclarado me encantaba (física cuántica era mi preferida, esto de cómo la ciencia está arribando a las mismas conclusiones que los místicos) pero ponerme a decir estas palabras me costaba. Me sentía insegura. Hasta que experimenté, y además constaté asombrada que estaba "juzgando" de poco "profesionales y racionales" estas palabras. Palabras que son sólo eso: palabras, asociaciones, uniones de letras... Ahora entiendo que alguna palabra hay que usar, y que "discriminar" a la palabra "santidad" no hace que la experiencia sea menos santa, y sigue siento una forma de discriminación, o sea de juzgar. Hoy Silvia comentaba que las palabras tienen su energía, (que no es lo mismo si te digo "dulce" que "loca") y entonces, ¿por qué no respetar las palabras que el curso usa? Alguna palabra hay que usar, aunque la realidad de la vivencia sea tan difícil de "apalabrar". Así que aquí estoy, respetando. Sigo tratando de no juzgar.


Lección 143 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.


Lección 144 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."No hay otro amor que el de Dios.En el mundo que veo no hay nada que yo desee.


Lección 145 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Más allá de este mundo, hay un mundo que deseo.Es imposible ver dos mundos.


Lección 146 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Nadie que realmente se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era.


Lección 147 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."No le daré ningún valor a lo que no lo tiene.Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.


Lección 148 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Si me defiendo, he sido atacado.La enfermedad es una defensa contra la verdad.


Lección 149 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Cuando me curo, no soy el único que se cura.El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.


Lección 150 : "Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios."Aceptaré la Expiación para mí mismo.La salvación es lo único que cura.


Lección 151 : "Todas las cosas son ecos de la voz que habla por Dios." Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales; y si no tenemos todos los datos, eso es lo que hacemos: dar una opinión basada en la ignorancia y la duda. Además, no ponemos en tela de juicio el mundo que vemos, pese a habernos dado cuenta hace rato que los sentidos engañan. Muchas veces se nos ha exhortado a que nos abstengamos de juzgar, no por negar un derecho ni por un tema ético: no podemos juzgar, porque nos basamos en la ilusión del ego y nuestros sentidos físicos. Empezá a descreer de los juicios y las pruebas que el ego te presenta, para confiar en la Voz que te habla por Dios, que reconoce sólo lo que Dios ama; que sólo puede deleitarse en la Certeza de su Perfecta Impecabilidad instalada en todos sus Hijos. ¿Cómo podrían los pecados o las injusticias ser reales? Ello implicaría un Dios que las acepta y las contempla; por eso son sólo ilusiones del ego. Dios te concede una visión que va más allá de esas ilusiones, y te permite contemplar a Cristo en todas ellas. Y verás el amor en el odio, y lo puro en el pecado, reinterpretando todos los sueños fútiles. Esa es su resurrección. Así verás a Cristo en todo, y oirás en todo el eco de la Voz de Dios. Sesiones largas: Por 15 minutos al despertar, y 15 más antes de dormir, practicaremos sin palabras. Sólo repetí la idea de hoy, y luego pasá en silencio ese tiempo, ofreciéndole a Dios todos los pensamientos que acudan a tu mente; Él te los devolverá en forma de milagros. Así desaparecen las fantasías y lo que queda se unifica en el Pensamiento perfecto de Dios, que ofrece su perfección. Esta es tu Pascua. Ahora, elevá tu mente resurrecta para que el mundo se redima.Sesiones cortas: Cada hora, recordá a Aquel que es la salvación y liberación. Así comenzamos a llevar alrededor del mundo las buenas nuevas de que en la Verdad no hay ilusiones, y la paz de Dios les pertenece a todos.


Lección 152 : "Tengo el poder de decidir." Nadie puede sentir dolor, pérdidas, estar afligido... a menos que sea su propia decisión, que así lo desee. Puede parecer una postura extrema, pero ¿cómo podría la verdad no ser abarcativa? Tiene que abarcarlo todo, si es que es la verdad. No aceptes opuestos ni excepciones; la salvación es el reconocimiento de que sólo la verdad es verdad, y que nada más lo es. Es la más simple de las distinciones, y la más ambigua, porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no parecen proceder de vos. Tal como Dios te creó, no podés sino ser inmutable; por lo tanto, los estados transitorios son, por definición, falsos. Por ello, el mundo que vemos ha sido creado por nosotros. ¿qué puede saber Dios de lo efímero, del pecado, sufrimiento o dolor? Pensar que Dios creó el caos, que contradice Su Voluntad, es arrogancia. La humildad se daría cuenta de que estas cosas no pueden proceder de Él. Seamos hoy humildes, y aceptemos lo que hemos hecho tal como es. Tenemos el poder de decidir. Aceptá el papel que te corresponde como co-creador y lo que crees haber fabricado desaparecerá; emergerá en tu conciencia lo que siempre estuvo ahí. Con humildad, aceptamos jubilosamente como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su pureza, el Amor de su Padre y su derecho al Cielo Sesiones largas: Por 5 minutos al despertar, y 5 más antes de dormir, pensaremos sólo en la verdad y practicaremos sus caminos: iniciamos diciendo "Tengo el poder de decidir. Hoy me aceptaré a mí mismo tal como la Voluntad de mi Padre dispuso que yo fuese" Luego, aguardamos en silencio, abandonando el auto engaño, pidiendo humildemente que se revele ante nosotros. Sesiones cortas: Cada hora, repetí esta invitación a tu Ser. La Voz de Dios te contestará, trayéndote su paz.


Lección 153 : "En mi indefensión radica mi seguridad." A vos, que te sentís amenazado por el mundo, te confirmamos que el mundo no ofrece ninguna seguridad. Es imposible la paz allí donde el peligro acecha de este modo; no podés sino estar a la defensiva, y esta actitud es una doble amenaza: da testimonio de la debilidad y establece defensas. Es como si la mente se halla encerrada en círculos concéntricos de defensa y ataque, cuando en verdad es imposible defenderse, porque el ataque es ilusión. La indefensión es fortaleza. La actitud defensiva implica debilidad, implica la posibilidad de ser atacado. Hoy miraremos más allá de los sueños, reconociendo que no necesitamos defensas porque fuimos creados inexpugnables. Nos es imposible temer, si no hay nada que pueda dañarnos. Permanece en silencio un segundo y piensa cuán seguro descansás y cuán invulnerable sos en la luz. Y mientras no enseñés lo que aprendiste, la salvación seguirá esperando, y no reconocerás la luz, y que ya te escapaste del mundo. Cuando ofrezcas la luz a tus hermanos, al tomarla ellos harán que vos veas que es tu luz. La salvación es un juego que juegan niños felices, diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y desea enseñarles que el miedo ya acabó. Los sueños tenebrosos creados por el ego no existen, y el Hijo de Dios puede sonreír al reconocer que no son verdad. Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora. Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión. ** Hoy nuestro tema es la indefensión: revistiéndonos de ella, preparémonos a enfrentar el día. Recordemos que nuestra debilidad desaparece al recordar que la fortaleza de Cristo vive en nosotros. Invoquemos Su fortaleza cuando tengamos la debilidad de defendernos. Dejás de lado lo que nunca fue real, a fin de contemplar a Cristo y su impecabilidad. No tengas miedo ni timidez; tu práctica ahora empieza a adquirir la vehemencia del amor. Los ministros de Dios nunca fracasan, porque es Su amor, Su fortaleza y Su paz la que irradian.


Lección 154 : "Me cuento entre los ministros de Dios." No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes; ya superamos esas tonteras. No podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. Sea cual fuere tu papel, escucha sólo la voz del Espíritu Santo en vos. Ahora tu mente vuelve a tomar conciencia de Quien la creó, y de su eterna unión consigo misma. Aceptá tu papel como mensajero de Dios, y entregá Su mensaje, sabiendo que en primer lugar van dirigidos a vos mismo, para luego trasmitirlos. Nadie puede comprender que ha recibido el mensaje hasta que no lo de. Esta es la unión que nos proponemos reconocer hoy, no trataremos de mantener nuestras mentes separadas de Aquel que habla por nosotros. Él necesita nuestra voz, nuestras manos para entregar Sus mensajes, y necesita que nuestra voluntad se una a la Suya, para poder ser receptores de los dones que Él entrega. Aprendamos esto hoy: No reconoceremos lo que hemos recibido hasta que no lo demos. Esquema de trabajo: Sesiones largas: Por 5 minutos como mínimo y por el mayor tiempo posible (10, 15 min. o 30 nos parecerán poco tiempo pronto) al despertar, y lo mismo por la noche, felizmente y llenos de gratitud, recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, y nuestra creciente paz aumentará con cada hora. Sesiones cortas: Cada hora dediquémosle 1 minuto (aunque se te olvide, volvé a tu intención original a la hora siguiente) a recordar Su Amor y nuestra misión. ** Digamos hoy: "Me cuento entre los ministros de Dios, y me siento agradecido de disponer de los medios a través de los cuales puedo reconocer que soy libre" Ahora, demostraremos cómo ha cambiado lo que pensábamos que nuestra función era, y los dones de nuestro Creador aparecerán ante nuestra vista al darlos.


Lección 155 : "Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino." Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambiás de aspecto, pero sonreís más a menudo. Tu frente está serena, tus ojos están tranquilos. Los que caminan por el mundo con la misma actitud, te reconocen; los que aún no transitan el camino, te creen como ellos. El mundo es una ilusión. Pero cuando te das cuenta que también aquí se encuentra la verdad, sólo tenés que dejar que la verdad te muestre el camino, para que las ilusiones vayan detrás de ella. La ilusión aún parece real para vos, para que puedas desenvolverte en el mundo; pero ha retrocedido, y no es de ilusiones que tus hermanos te oyen hablar. Perdió su poder sobre vos. Este camino no tiene precio (no necesitás sacrificar el mundo para él, porque el mundo es ilusión) y sólo te aporta ganancias. Caminá seguro, pero con cuidado; esta senda es nueva para vos. Dejá siempre que la verdad te guíe, y abrí el camino para que tus hermanos te sigan. Las ilusiones se alejarán; no perdamos el rumbo, porque este es el camino que conduce a Dios. No busques otros caminos que parezcan llevar a otra parte. Sólo Dios es nuestro destino final; Él te tomó de la mano, y confía en que sepas guiar a tus hermanos. Sólo te pide que pienses en Él por un rato cada día, para dialogar contigo y hablarte de Su Amor, recordarte Su Confianza en vos. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, trabajemos con este pensamiento: "Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino, pues deseo recorrer el camino que me conduce hasta Él." Lección 156 : "Camino con Dios en perfecta santidad." La idea de hoy expresa la simple verdad que hace que el pecado sea imposible. Asegura que la culpabilidad no tiene causa, y por lo tanto, no existe. Las ideas no abandonan su fuente, por ende, ¿cómo podrías estar solo y separado de Dios, que es tu Fuente?La verdad, si es verdad, tiene que serlo de principio a fin. No podés estar separado de Dios, porque no podés existir sin Él, que es lo que es tu vida. Hay una sola vida: la que compartís con Él. Y allí donde Él está, tiene que haber santidad así como vida. Todo lo que vive es tan santo como Él; no puede elegir no serlo, como el sol no puede elegir no calentar. Hay una luz en vos que no puede extinguirse, y que el universo ansía contemplar, porque es la luz de la santidad de Dios. Así opera la salvación; cuando te hacés a un lado, la luz que vive en vos da un paso adelante y envuelve el mundo, y el pecado desaparece entre risas, reconociendo su absurdidad e inexistencia."¿Quién camina a mi lado?" Hacete esta pregunta mil veces al día, hasta sentir la certeza y la paz. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Camino con Dios en perfecta santidad. Ilumino el mundo, ilumino mi mente, así como todas las mentes que Dios creó una conmigo" Yo no puedo ni empezar a contarte el jabón que me pegué cuando llegué a estas lecciones y leí que se suponía que tenía que compartir el mensaje. Claro, con el que viene y pregunta es más fácil.... ¿Y el resto? Luego, resultó que había quien disponía las cosas además de mí, y todo se fue acomodando. Hoy, con vos, somos 170 los que compartimos esta nueva forma de encarar cada día.Además, recordá que el ejemplo no es la mejor forma de enseñanza: ES LA ÚNICA. Vivir todo esto es la mejor forma de difundirlo.



Lección 157 : "En Su presencia he de estar ahora." Este día es de silencio y de fe. Es santo, porque anuncia una nueva experiencia: una manera de sentir distinta y una conciencia diferente. Hoy aprenderemos a sentir el júbilo de la vida. Es un punto decisivo en nuestro plan de estudios, que arroja nueva luz sobre todo lo aprendido, concediéndonos un atisbo del Cielo, antes de regresar a la senda del aprendizaje; permitiéndonos adentrarnos en la eternidad por un rato, dejándonos con nuestro Ser por un momento. Él dirige tu práctica hoy, porque lo que estás pidiendo es lo que Su Voluntad dispone. La experiencia de hoy santificará tu mente y tu cuerpo, y eso se trasmitirá a todos aquellos en los que pienses o a los que toques. A medida que esta experiencia se intensifica, y tus otros objetivos dejan de ser importantes, el mundo que ves y al que retornas se acerca a su fin, se asemeja más al Cielo cada vez y se aproxima a su liberación.Jamás soñamos con este viaje, pero el Dador de los sueños felices y de la Vida, ha soñado por vos esta jornada que da comienzo hoy. En la presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su radiante Faz y de Su Amor perfecto. Sólo puede experimentarse, no hay palabras ni aprendizaje para explicarlo. Pero lo supiste antes, y lo sabrás de nuevo. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "En Su presencia he de estar ahora"


Lección 158 : "Hoy aprendo a dar tal como recibo." Se te dió el conocimiento de que sos una mente, de que te encontrás en una Mente y no sos sino mente, por siempre libre de pecado y exento de miedo, por haber sido creado en el Amor. No abandonaste tu Fuente, por lo tanto, seguís siendo como fuiste creado. Este conocimiento ha sido dado por la Creación, y no hay nadie en el mundo que no lo haya recibido. Nada de esto se puede aprender ni enseñar; sólo experimentar y recordar. El momento en que esto suceda ya ha sido fijado, pese a la ilusión de la existencia del tiempo.El tiempo es un truco, un juego de manos, una ilusión. Tras las apariencias existe un plan, que sólo puede verse desde el final del recorrido, por una cuestión de perspectiva. Un maestro no puede dar su experiencia, porque no es algo que él aprendió: se le ha revelado. Pero la visión es su regalo; Cristo está dispuesto a otorgarla a todo el que la solicite. La experiencia (que no se puede enseñar, aprender o ver) se encuentra ahí, a tu disposición. Esta visión contempla una luz que se encuentra más allá del cuerpo; una pureza que no se empaña; no ve separación. Esto es lo que se puede enseñar, y para alcanzarlo hay que enseñarlo. Y esto es lo que vamos a dar hoy: no ver a nadie como un cuerpo, saludando a todo el mundo como el Hijo de Dios que es, reconociendo que es uno con vos en santidad. Así es como sus pecados les son perdonados; al ser imperceptibles para el Uno, desaparecen porque la santidad ocupa su lugar. Y sus efectos desaparecen junto con ellos. Así es como aprendés a dar tal como recibís, y así es como la visión de Cristo te contempla a vos también. Esto es fácil de aprender si recordamos que en nuestro hermano nos vemos a nosotros también: son nuestro reflejo.Cada persona con la que te encuentres hoy, te da una oportunidad para dejar que la visión de Cristo brille en vos. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Hoy aprendo a dar tal como recibo", y hoy, todo el día, mirá todo con los ojos de Cristo. Así, será Su Visión la que te contemple a vos hoy.


Lección 159 : "Doy los milagros que he recibido." Nadie puede dar lo que no ha recibido; para darlo, es preciso tenerlo antes. En este punto, las leyes del mundo y el Cielo coinciden; pero difieren en creer que, para el mundo, para poseer algo es necesario conservarlo; mientras que para la salvación es lo contrario: al dar algo es como reconoces haberlo recibido. Es la prueba de que lo que das, es tuyo. La visión de Cristo es un milagro: refleja el Amor eterno; representa al cielo. La Visión de Cristo es el milagro del cual emanan todos los demás; es su fuente, y aunque permanece en cada milagro que das, sigue siendo tuya. Cristo no ve pecados en nadie, y todos son por igual incapaces de pecar. Su Visión es el puente entre estos 2 mundos. Y su poder te sacará de este mundo, llevándote a otro santificado por el perdón. Aquí se repara y renueva al mundo, bajo una nueva luz. En su visión hay un caudal de milagros inagotables desplegados ante vos para que los des. ¿Cómo no serías merecedor de estos regalos, si Dios mismo dispuso que te sean dados? Cristo soñó el sueño de un mundo perdonado; permitámonos soñar con Él, porque su sueño nos despierta a la Verdad, que nunca perdimos, sino que sólo la olvidamos.Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Doy los milagros que he recibido."


Lección 160 : "Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aquí." El miedo es un extraño en los caminos del amor. Si te identificás con él, te volvés extraño a tus propios ojos, y lo que tu Ser es sigue siendo ajeno para la parte de vos que creés real. Si alguien viniera a pretender ocupar tu hogar , hablando un idioma que desconocés, no le darías cabida. En tu hogar, que Dios te dio, ¿a quién le corresponde estar, a vos o al miedo? Y el amor y el miedo no pueden coexistir. Si vos sos real, el miedo no puede sino ser una ilusión. Estás perdido, sin hogar al que regresar, a menos que un milagro venga y te muestre quién es el extraño en tu morada, donde sigue viviendo tu Ser, que no se ha confundido. Tu Ser está tan seguro de lo que es suyo, como Dios de Su Hijo. La certeza de Dios es suficiente: a aquel a quien reconoce como Su Hijo, le corresponde estar donde Él lo estableció. Oí Su Voz para asegurarte que vos no sos un extraño para Él. Hoy damos gracias de que Cristo haya venido a buscar al mundo a los Suyos; su visión se une a ellos jubilosamente. Ellos lo ven como a un extraño, pues no se reconocen a sí mismos, pero a medida que le den la bienvenida, lo recordarán, y Él los conducirá dulcemente a su hogar, donde les corresponde estar. Cristo no se olvida de nadie. Mas vos no podrás recordarlo a Él hasta que contemples todo tal como Él lo hace: el que niega a su hermano, lo está negando a Él, y se está negando a aceptar el don de la Visión mediante el cual puede recordar a su Ser, recordar su hogar y alcanzar la salvación. Siguiendo el Esquema de trabajo que establecimos, decite a vos mismo: "Yo estoy en mi hogar. El miedo es el que es un extraño aqui".