martes, 25 de noviembre de 2008

Un Curso de Milagros "Libro de Ejercicios del 21 al 40"


Lección 21

Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
La idea de hoy es obviamente una continuación y ampliación de la anterior. Esta vez, sin embargo, además de aplicar la idea a cualquier situación concreta que pueda surgir, son necesarios también períodos específicos de búsqueda mental. Se te exhorta a que lleves a cabo cinco sesiones de práctica de un minuto com­pleto cada una.

Inicia las sesiones de práctica repitiendo la idea en tu interior. Luego cierra los ojos y busca con minuciosidad en tu mente aque­llas situaciones pasadas, presentes o previstas que susciten ira en ti. La ira puede manifestarse en cualquier clase de reacción, desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada. El grado de intensidad de la emoción experimentada es irrelevante. Te irás dando cuenta cada vez más de que una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia.

Trata, por lo tanto, durante las sesiones de práctica, de no dejar escapar aquellos pensamientos de ira que consideras "insignifi­cantes". Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que sus­cita ira en ti, y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno. Probablemente te sentirás tentado de emplear más tiempo en ciertas situaciones o personas que en otras, sobre la base falsa de que son más "obvias" Esto no es cierto. Es mera­mente un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras.

Al escudriñar tu mente en busca de todas las formas en que se presentan los pensamientos de ataque, mantén cada uno de ellos presente mientras te dices a ti mismo:

Estoy decidido a ver a _____ (nombre de la persona] de otra manera.
Estoy decidido a ver _____ [especifica la situación] de otra manera.

Trata de ser tan específico como te sea posible. Puede, por ejemplo, que concentres tu ira en una característica determinada de alguna persona en particular, creyendo que la ira se limita a ese aspecto. Si tu percepción sufre de esa forma de distorsión, di:

Estoy decidido a ver [precisa la característica] de [nombre de la persona] de otra manera.

Lección 22

Lo que veo es una forma de venganza.
La idea de hoy describe con gran precisión la manera en que todo aquel que alberga en su mente pensamientos de ataque no puede sino ver el mundo. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de devolverle el golpe. De esta manera, percibe su propio ataque como un acto en defensa propia. Esto se convierte progresivamente en un círculo vicioso hasta que esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas. De lo contrario, los pensamientos de ataque y contraata­que le consumirán y poblarán todo su mundo. ¿De qué paz men­tal podría gozar en tales condiciones?

De esta fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar. ¿No es maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real? ¿No te alegra sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella? Tú has fabricado lo que deseas destruir; lo que odias y lo que quieres atacar y matar. Nada de lo que temes existe.

Mira hoy al mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada vez. A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus adentros:

Veo únicamente lo perecedero.
No veo nada que vaya a perdurar.
Lo que veo no es real.
Lo que veo es una forma de venganza.

Al final de cada sesión de práctica, pregúntate:

¿ Es éste el mundo que realmente quiero ver?

La respuesta será obvia.
Lección 22: "Lo que veo es una forma de venganza" Hoy haremos 5 sesiones de práctica de por lo menos un minuto cada una. Con ojos abiertos, a medida que pases lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, decí para adentro: "Veo únicamente lo perecedero. No veo nada que vaya a perdurar, lo que veo no es real, lo que veo es una forma de venganza"
La idea de hoy describe cómo ve el mundo todo el que tiene pensamientos de ataque en su mente. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es al mundo a punto de devolver el golpe; así ve sus pensamientos de ataque como defensa propia, creando un círculo vicioso. ¿De qué paz mental se puede gozar así?
Es de esto de lo que queremos escapar. ¿No es maravilloso saber que esta fantasía salvaje no es real? ¿Que se puede escapar de ella? Nada de lo que tememos, existe.

Lección 23: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de un minuto, además de aplicarla a lo largo del día según la necesidad. Mirá a tu alrededor, repetí la idea lentamente, y luego cerrá los ojos y buscá en tu mente el mayor número de pensamientos de ataque que se te ocurran; y a cada uno de ellos, decile: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque
acerca de ..."
Pensamientos de ataque son todos los juicios, opiniones, deseos... todo lo que pienses del mundo.
La idea de hoy es la única manera de escapar del miedo. Cada uno de tus pensamientos crea el mundo que ves; por eso es con tus pensamientos que tenés que trabajar para cambiar tu percepción del mundo. Si el mundo que ves es generado por tus pensamientos de ataque, éstos son los pensamientos a los que hay que renunciar. De nada sirve quejarse del mundo o tratar de cambiarlo. No estás atrapado en el mundo que ves, porque su causa se puede cambiar.

Lección 24: "No percibo lo que más me conviene". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de DOS minutos. Repetí la idea de hoy, y cerrá los ojos para, con la mayor honestidad posible, buscar aquellas situaciones no resueltas en tu vida y que te causen desasosiego, tratando de encontrar el resultado que deseás. Nombra cada situación así: "Lo que me gustaría que ocurriese con relación a .... es que .... y que .... sucediese." tratando de abarcar distintos desenlaces. Luego decí para adentro: "No percibo lo que más me conviene en esta situación". y pasá a la siguiente situación no resuelta.
La idea de hoy se basa en que lo que hacemos, las soluciones que deseamos, están basadas en nuestra percepción de las situaciones: si la percepción es errónea, todo es un castillo de naipes.
Si pudiésemos darnos cuenta de que no percibimos lo que más nos conviene, podríamos aprender qué es eso. Pero como estamos convencidos de saberlo, no se nos puede enseñar algo que creemos saber.
A veces, a posteriori, comprobamos cómo aquello que creíamos que solucionaría nuestra vida, sólo aportó errores y sufrimiento; o cómo de haberse producido lo que deseábamos, hubiera sido pésimo para nosotros. ¿no te pasó nunca?

Lección 25: "No sé cuál es el propósito de nada ". Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetir la frase lentamente y luego mirá a tu alrededor y dejá que tus ojos se posen en cualquier cosa que te llame la atención, lejos o cerca, nimia o importante, y decí: "No sé para qué es esta ... (silla, lápiz, mano, etc)" sin apartar los ojos del objeto; pasá luego al siguiente objeto.
Propósito es significado. La idea de hoy explica por qué nada de lo que ves tiene significado: no sabés para qué es. Pero todo existe para tu beneficio; al reconocer ésto, tus objetivos se unifican; y esto no tiene nada que ver con lo que más te conviene, porque vos no sos el ego. Cuando creas esto, te esforzarás por retirar los objetivos que le asignaste al mundo, ya que ahora sólo tienen que ver con tus objetivos "personales". Esto no tiene que ver con reconocer los objetivos a nivel "superficial" (un teléfono sirve para hablar a distancia, por ej) sino con lo que es significativo.

Lección 26: "Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad".
Dos minutos por sesión, que pueden reducirse a uno en caso de incomodidad. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetí mentalmente la frase y luego cerrá los ojos y buscá aquellas situaciones no resueltas en tu vida, cuyos desenlaces te inquietan (sea por depresión, ansiedad, enojo, etc.) No utilices muchos en cada sesión. Primero, nombra la situación: "estoy preocupada acerca de ...." Luego examina los posibles desenlaces "temo que pueda ocurrir .... y ...." cinco o seis posibilidades desagradables; luego decí: "este pensamiento es un ataque contra mí mismo." Concluye cada sesión repitiendo para tus adentros la idea de hoy.
Si no puedes ser atacado, es porque eres invulnerable: a menos que creas ver en el ataque una amenaza real. Si creés que podés atacar, el resultado es que podrías ser atacado. Si temés ser atacado, no podés ser invulnerable: ambas ideas se contraponen. Los pensamientos de ataque hacen que seas vulnerable en tu mente, que es donde se generan estos pensamientos. Su efecto no es otro que debilitarte a VOS. Tu vulnerabilidad o invulnerabilidad depende de tu propia mente.

Lección 27: "Por encima de todo, quiero ver". Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a vos mismo, a lo largo del toooodo el día, que estás decidido a ver por encima de todos tus otros deseos.
Hay que repetirla 2 veces POR HORA. (nosotras lo hacemos a la hora en punto y a la media hora) y si podés con mayor frecuencia, mejor. Si te sentís incómodo por la falta de reserva que esta idea conlleva, o tenés temor a perder algo, agregá "la visión no le cuesta nada a nadie; tan sólo puede bendecir".
Te sugiero otra vez un reloj con alarma... Si te saltás alguna sesión, no importa: si sólo la repetiste sinceramente una vez en el día, te ahorraste muchos años de esfuerzo.
Esta idea le da prioridad a la visión sobre todos tus demás deseos.
Aunque sientas la tentación de creer que se te pide un sacrificio a cambio de la idea de hoy, o aún cuando no estés convencido de que éste sea realmente tu mayor deseo, no importa. El propósito de la idea de hoy es aproximar el momento en que ésto sea una verdad para vos

Lección 28: "Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera".
Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
En cada sesión repetí mentalmente la frase y luego mirá a tu alrededor y aplicá la idea de hoy a cualquier cosa que veas a tu alrededor. Incluí el nombre del objeto: "Por encima de todo, quiero ver este.... de otra manera" Hacelo muy despacio, y tan a conciencia como sea posible. No hay prisa.
Hoy le damos una aplicación concreta a la idea de ayer. Quizá te preguntes por qué es importante ver una mesa de otra manera; pero o ves o no ves. Y cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, sin definirla en función del pasado, sin aplicarle el propósito que creés que tiene sino preguntándoselo al objeto, te estás comprometiendo a ver. No sólo la mesa, sino el universo.

Lección 29: "Dios está en todo lo que veo " Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día. Además, repetirla una vez por hora, mirando lentamente a tu alrededor. Comenzá repitiendo la idea en tu interior y luego aplicala a aquellos objetos seleccionados al azar. Trata de evitar dirigir la selección de objetos, lo que puede ser una tentación por ser la idea de hoy de naturaleza tan extraña.
La idea de hoy explica por qué podés ver propósito en todo, por qué nada está separado y por qué nada tiene significado alguno. Explica todas las ideas que usamos hasta ahora, y todas las siguientes. Es probable que te resulte difícil entenderla (no hablemos de creerla) pero tratá de empezar a mirar todas las cosas (aún las inanimadas como una silla, una mesa) con Amor, porque ¿cómo podríamos saber lo que en ellas se encierra?

Lección 30: "Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente."
La idea de hoy la aplicaremos tan frecuentemente como sea posible a lo largo del día. Cada vez que tengas un minuto, repetila lentamente para adentro, y luego hacela mirando a tu alrededor, o en otras ocasiones, cerrando los ojos, aplicala a todo lo que no esté al alcance de tu vista.
Esta idea es un trampolín a la Visión. por medio de ella el mundo se abrirá ante vos, y al contemplarlo, verás en él lo que antes nunca habías visto. Estamos tratando de lograr un nuevo tipo de proyección; en vez de deshacernos de lo que no nos gusta viendolo afuera, tratamos de ver en el mundo lo que está en nuestra mente.
Lección 31: "No soy víctima del mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos, una por la mañana y otra por la noche, además de hacer frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Te liberarás de ambos al mismo tiempo, porque el externo es consecuencia del interno, y la idea de hoy es la introducción a tu declaración de emancipación. Examiná cualquier pensamiento que cruce tu mente, miralos ir y venir... no le des preferencia a ninguno de ellos.
La idea de hoy es especialmente útil como respuesta a cualquier tentación que se presente: te recuerda dónde está la Verdad.

Lección 32: "He inventado el mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos (no menos de tres), una por la mañana y otra por la noche (si notás que hacer la sesión te relaja, podés extenderla a más de 5 minutos). Además, hacé frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día, que consisten en lentas repeticiones de la idea de hoy, según explorás tu mundo interno ó externo. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Tratá de introducir la idea de que ambos, interno y externo, son lo mismo.
Esta idea continúa desarrollando el tema de causa y efecto. No sos víctima del mundo, porque VOS lo inventaste; podés renunciar a él con la misma facilidad con que lo construíste. Mientras desees verlo, lo verás; si no lo deseas, no estará ahí para que lo veas.
Aplicá la idea de hoy inmediatamente a cualquier situación que pueda perturbarte, diciéndote a vos mismo: "He inventado esta situación tal como la veo"

Lección 33 : "Hay otra manera de ver el mundo".
2 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche.
En cada sesión, repitiendo la idea de hoy tan a menudo como puedas, mirá de pasada el mundo externo a vos; luego cerrá los ojos, y examiná tus pensamientos internos de la misma manera. Tratá de ser desapegado con ambos.
Durante el día, repetí la idea tan a menudo como puedas, y aplicala de inmediato a cualquier situación que te perturbe: "hay otra manera de ver ésto", repitiéndolo para tus adentros.
Lo que intentamos hoy es reconocer que podemos cambiar la percepción de nuestro mundo, tanto en el aspecto externo como interno.

Lección 34: "Puedo ver paz en lugar de esto".
Recomiendan 3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
Deben hacerse con los ojos cerrados, porque es a nuestro mundo interno al que nos dirigimos con la idea de hoy. Son 5 minutos de búsqueda en tu mente de pensamientos de temor, de situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos "ofensivos" o cualquier otro pensamiento "no amoroso". A medida que surja cada pensamiento en tu mente, observalo relajadamente, y repetile la idea de hoy "podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella"; luego pasá al siguiente pensamiento.
La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es una cuestión interna. Tiene que empezar por tus pensamientos y luego extenderse hacia afuera. Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacífica del mundo.

Lección 35: "Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo".
3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
En cada sesión, repetí la idea para tus adentros, luego cerrá los ojos, y buscá en tu mente los términos con los que te describís a vos mismo, positivos o negativos. Todos son irreales, porque no nos vemos a nosotros mismos con los ojos de la santidad. Por ej: "Me veo a mi mismo como alguien pesimista; pero mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo" y pasá a la siguiente cualidad. Si no surgen tus propios atributos, sólo relajate y repetí la idea de hoy.
Tan a menudo como sea posible durante el día, aplicá la idea de hoy a cada atributo que te estés adjudicando.
Esta idea no describe la manera como nos vemos a nosotros mismos ahora; pero es lo que la visión nos mostrará. A todos nos cuesta creer ésto de nosotros mismos; esta es la razón por la que creemos estar en el mundo. Pero al establecer nuestro Origen, establecemos nuestra Identidad, describiéndonos como debemos ser en verdad. Hoy cambiamos el énfasis hacia el que percibe (nosotros) en vez de hacia lo percibido.

Lección 36 : "Mi santidad envuelve todo lo que veo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase varias veces lentamente. Luego abrilos y mirá a tu alrededor con lentitud, aplicando la idea a cada objeto que notes. Por ej: "Mi santidad envuelve esa alfombra; mi santidad envuelve esa pared..."Volvé a cerrar los ojos, y a repetir mentalmente la frase; abrilos nuevamente, y continuá como antes.
La idea de hoy extiende la idea de ayer del que percibe a lo percibido. Somos santos porque nuestra mente es parte de la de Dios; por ello, nuestra visión no puede sino ser santa también.
"Impecabilidad" quiere decir libre de pecado. No se puede librarse del pecado "sólo un poco..." O somos impecables, o no. Y si nuestra mente es parte de la de Dios, lo somos; porque sino la Suya sería pecaminosa.

Lección 37: "Mi santidad bendice al mundo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase; luego abrí los ojos, y aplicá la idea de hoy a lo que veas, durante un minuto ("mi santidad bendice esa silla" etc); otra vez cerrá los ojos y aplicá la idea a cualquier persona que te venga a la mente, usando su nombre: "mi santidad te bendice, NN" La sesión debe concluír con una repetición de la frase con ojos cerrados (1 vez) y luego con ojos abiertos (1 vez).
Los ejercicios cortos consisten en repetir la idea de hoy tan a menudo como puedas. Es muy útil aplicarla a todas las personas con las que te encuentres, usando su nombre al hacerlo; y es esencial que lo hagas si alguien parece causarte una reacción adversa.
Esta idea contiene los primeros destellos de tu verdadera función en el mundo, la razón de que estemos aquí. Nuestro propósito es ver al mundo a través de nuestra santidad, para ser bendecidos junto con el mundo. Nos permite eliminar la idea de sacrificio del mundo, y nuestra santidad es la salvación del mundo, que es uno con nosotros. Nos permite enseñarle al mundo, sin predicar ni decirle nada; sólo por medio de nuestro sereno reconocimiento de que en nuestra santidad, todas las cosas son bendecidas, junto con nosotros mismos.

Lección 38: "No hay nada que mi santidad no pueda hacer".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica, preferiblemente de 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy, cerrá los ojos y buscá en tu mente cualquier sensación de pérdida o infelicidad, tratando de no hacer distinciones entre situaciones difíciles para vos o para otro. Y aplicá la idea de hoy: "En esta situación con respecto a .... en la que me veo envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" ó "En esta situación con respecto a .... en la que ..... se vé envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" Introducí las variaciones que quieras, pero centrado en la idea de hoy.
En las aplicaciones cortas y frecuentes, aplicá la idea en su forma original, a menos que te venga a la mente algún problema en particular, para ello usala en su forma específica.
La idea de hoy es que tu santidad invierte todas las leyes de este mundo, y está fuera de las restricciones de tiempo, espacio o cualquier límite. Mediante tu santidad, el Poder de Dios se manifiesta, y se vuelve accesible. Y no hay nada que el Poder de Dios no pueda hacer; eliminar todo dolor, acabar todo pesar, solucionar todo problema; en relación con vos o con otro.
Si vos sos santo, también lo es todo lo que Dios creó. Apliquemos hoy el poder de nuestra santidad a cualquier problema, dificultad o sufrimiento que tenga que ver con vos o con otro, ya que no hay distinciones entre vos y otros.

Lección 39 : "Mi santidad es mi salvación".
Hoy se te exhorta a que sean de 5 minutos completos cada una de las 4 sesiones de práctica largas, y a que sean más frecuentes y de más duración. además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy para tus adentros; luego cerrá los ojos y buscá en tu mente pensamientos que no sean amorosos, en cualquier forma en que se presenten: de ellos necesitas salvarte. Impartirles tu bendición a estas situaciones, personas, etc. asociadas a pensamientos no amorosos, que son sujetos apropiados; para tu salvación, es imperativo que los veas de otra manera. Impartirles tu bendición te salvará y te dará esa otra visión.
Lentamente, sin elegir conscientemente, aplicá la idea "Mis pensamientos no amorosos acerca de .... me mantienen en el infierno. Mi santidad es mi salvación."
También podés solamente repetir la idea de hoy lentamente. Asimismo podés relajarte sin pensar en nada. (mantener la concentración irá siendo más fácil con la práctica). Para finalizar la sesión, repetí la idea de hoy y añadí: "si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto?"
En las aplicaciones cortas, que deben hacerse 4 veces por hora de ser posible, repetí la idea de hoy, y aplicala: "Mi santidad es mi salvación de ésto".
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? La pregunta no es difícil, pero si realmente creyeras que la culpabilidad es el infierno, no precisarías estos ejercicios. Tu santidad es la salvación del mundo. ¿Y tu propia salvación? no puedes dar lo que no tienes. Por eso hoy los ejercicios se dirigen a vos. Tu salvación es crucial, y beneficia al mundo entero. Tu santidad es la respuesta a toda pregunta que exista. Significa el fin de la culpabilidad, y por ende, el fin del infierno. Tu santidad es la salvación del mundo, y tu salvación.

Lección 40 : "Soy bendito por ser un Hijo de Dios".
Hoy no hay sesiones largas, sólo muchas cortas y frecuentes; lo ideal, sería cada diez minutos. Tratá de hacerlo, y retomá si interrumpiste. Sólo tratá nuevamente.
No es necesario cerrar los ojos, pero será beneficioso hacerlo; sólo repetí la idea de hoy, y agregale algún atributo que asocies con ser Hijo de Dios, aplicado a vos mismo, por ej: "Soy bendito por ser un Hijo de Dios; soy feliz, y estoy en paz, soy amoroso y estoy contento."
Esta idea comienza a afirmar algunas de las bienaventuranzas a las que tenés derecho por ser quien sos.