domingo, 16 de noviembre de 2008

Una Sesión de Reiki



Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente entre cuarenta y cinco minutos y una hora. La sesión se hará con el paciente recostado sobre una camilla, el cual se deberá descalzar y deberá tener ropa cómoda. Para la sesión es muy posible que el reikista coloque una música suave y aromatice el ambiente con sahumerios lo cual ayudará a que el paciente se relaje y pueda disfrutar del encuentro con la energía Reiki. Durante la sesión el reikista coloca sus manos sobre zonas especificas del cuerpo del paciente para ir armonizándolo. Si bien se puede dar una sesión completa de Reiki sin tocar el cuerpo del paciente, es muy importante que el reikista apoye sus manos sobre el cuerpo ya que se debe tener en cuenta que la energía es un fluido que se acomoda al envase y puede ser que el receptor (paciente) sienta el fluir de la energía por cualquier parte del cuerpo distinta de donde tenemos las manos lo cual le puede causar una gran sensación de inseguridad. Por eso se recomienda siempre a los reikistas que las sesiones las hagan con las manos apoyadas sobre el cuerpo del receptor.

En Reiki se denomina tratamiento a cuatro sesiones consecutivas e ininterrumpidas que sirve como tratamiento de shock para sacar al paciente de algún estado de desarmonía. Luego de este tratamiento de cuatro días consecutivos se podrán tomar sesiones individuales una vez por semana como mínimo.

Un practicante y un terapeuta Reiki debería meditar diariamente al menos unos quince minutos antes de la sesión de Reiki. La meditación no es solo para personas especiales como monjes. Hoy en día se promueve la meditación para personas enfermas, que no han sabido manejar su estrés.