martes, 25 de noviembre de 2008

Un Curso de Milagros "Libro de Ejercicios del 81 al 100"


Repaso 81 : 1)"Yo soy la luz del mundo" ¡Qué santo soy, que se me ha encomendado la función de iluminar el mundo! Séame concedido poder permanecer en quietud ante mi santidad. Que en su serena luz, desaparezcan todos mis conflictos, y que en su paz pueda recordar quién soy.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No nublaré la luz del mundo en mí" "Que la luz del mundo resplandezca a través de esta apariencia" "Esta sombra desaparecerá ante la luz"
2) "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo."
Sólo aceptando mi función podré ver la luz del mundo en mí. Esta aceptación no depende de que yo reconozca lo que mi función es, porque aún no comprendo lo que es el perdón. Pero confío en que en la luz lo veré tal como es.
Variaciones específicas: "Que esto me ayude a aprender el significado del perdón" "No dejes que separe mi función de mi voluntad" "No me valdré de esto para apoyar un propósito ajeno a mí"

Repaso 82 : 1)"La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón" Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través mío; por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. Es el medio por el que el mundo sana, junto conmigo. Permítaseme perdonar al mundo, para que pueda sanar junto conmigo.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Que la paz se extienda de mi mente a la tuya, (nombre)" "Comparto la luz del mundo con vos, (nombre) " "Mediante mi perdón puedo ver èsto tal cual es"
2) "No dejes que me olvide de mi función."
No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. No puedo desempeñar mi función si la olvido, y a menos que la desempeñe, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga.
Variaciones específicas : "No me valdré de ésto para ocultarme a mí mismo mi función" "Me valdré de ésto para desempeñar mi función" "Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función".

Repaso 83 : 1)"Mi única función es la que Dios me dio." No tengo otra función salvo la que Dios me dio. Reconocerlo me libera de todo conflicto; significa que no puedo tener metas conflictivas. Al tener sólo un propósito, siempre estoy segura de lo que debo hacer, de lo que debo decir y pensar. Al reconocerlo, toda duda desaparece.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Mi percepción de ésto no altera mi función." "Esto no me confiere una función distinta a la que Dios me dio" "No me valdré de ésto para justificar una función que Dios no me dio."
2) "Mi función y mi felicidad son una."
Todas las cosas que proceden de Dios son una; proceden de la Unicidad (que significa la calidad, estado o hecho de ser uno) y tienen que ser recibidas como una sola. Desempeñar mi función es mi felicidad, porque ambas proceden de la misma Fuente.
Variaciones específicas: "Esto no puede separar mi felicidad de mi función" "La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada por esto" "Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función".

Repaso 84 : 1)"El Amor me creó a semejanza de sí mismo." Fui creado a semejanza de mi Creador. No puedo sufrir, ni experimentar pérdidas, ni morir. No soy un cuerpo. Hoy quiero reconocer mi realidad, no adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que forjé de mí mismo para reemplazar a mi Ser. El Amor me creó a semejanza de sí mismo.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No me dejes ver en ésto una ilusión de mí mismo." "Mientras contemplo ésto, quiero recordar a mi Creador" "Mi Creador no creó ésto como yo lo estoy viendo."
2) "El amor no abriga resentimientos."
Los resentimientos son completamente ajenos al amor; lo atacan y oscurecen su luz. Si abrigo resentimientos, estoy atacando al amor y por ende, atacando a mi Ser. Así, mi Ser se vuelve extraño a mí. Por eso, estoy decidida a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy.
Variaciones específicas: "Ésto no justifica que niegue a mi Ser" "No me valdré de ésto para atacar al amor" "No dejaré que ésto me tiente a atacarme a mí mismo".

Repaso 85 : 1)"Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."

Mis resentimientos me muestran lo que no está ahí, y me ocultan lo que quiero ver. Luego de reconocer ésto, ¿para qué los quiero? Me mantienen en la oscuridad, y ocultan la luz, ya que los resentimientos y la luz no pueden coexistir; pero la luz y la visión tienen que unirse para que yo pueda ver. Y para ver, tengo que desprenderme de mis resentimientos.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "No permitas que haga de ésto un obstáculo a la visión." "La luz del mundo desvanecerá todo esto con su resplandor" "No tengo necesidad de ésto. Lo que quiero es ver."
2) "Mi salvación procede de mí."
Hoy reconoceré dónde está mi salvación. Está en mí porque ahí es donde está su Fuente, y no la ha abandonado, por ello no pudo haber abandonado mi mente. Dejaré de buscarla fuera de mi mismo. Se extenderá desde dentro de mí y todo lo que vea no hará sino reflejar la luz que brilla en mí y en sí mismo.
Variaciones específicas: "Ésto no puede privarme de la salvación" "No dejaré que ésto me tiente a buscar la salvación fuera de mí mismo" "No permitiré que ésto interfiera en la conciencia que tengo de la Fuente de mi salvación".

Repaso 86 : 1)"Sólo el Plan de Dios para la salvación tendrá éxito."

Es inútil andar buscando la salvación en cualquier parte. Muchas veces creí verla en personas y cosas, pero estaba equivocada con respecto a dónde se encuentra, y a lo que es. Ya no emprenderé búsquedas inútiles. Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito, y me regocijaré porque su Plan no puede fallar.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "el plan de Dios para la salvación me librará de mi percepción de ésto." "Esto no es una excepción al plan de Dios para la salvación" "Quiero percibir ésto a la luz del plan de Dios para la salvación"
2) "Abrigar resentimientos es un ataque para el plan de Dios para la salvación."
Al abrigar resentimientos, estoy excluyendo de mi conciencia mi única esperanza de salvación. Pero no quiero seguir yendo contra mis propios intereses de esta manera descabellada. Quiero aceptar el Plan de Dios para la salvación y ser feliz.
Variaciones específicas: "Según contemple ésto estoy eligiendo entre la percepción falsa y la salvación" "Si veo en ésto motivos par abrigar resentimientos, no veré motivos que justifiquen mi salvación" "Esto es un llamamiento a la salvación, no al ataque".

Repaso 87 : 1)"Mi voluntad es que haya luz." Hoy usaré el poder de mi voluntad. No es mi voluntad andar a tientas en la oscuridad temeroso de las sombras y amedrentado por cosas irreales. La luz será mi guía hoy; la seguiré y contemplaré lo que me muestre. Experimentaré la paz de la verdadera percepción.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver" "(nombre), estás en la luz junto conmigo" "En la luz, esto se ve de otra manera"
2) "No hay más voluntad que la de Dios."
Estoy a salvo hoy, porque No hay más voluntad que la de Dios; temo sólo cuando creo que hay otra voluntad. Trato de atacar cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar creo estar amenazado. Hoy reconoceré que nada de esto es real.
Variaciones específicas: "Permítaseme percibir ésto de acuerdo con la voluntad de Dios "La voluntad de Dios, así como la mía, es que vos, xx, seas Su Hijo" "Esto es parte de lo que la voluntad de Dios dispuso para mí, independientemente de como lo vea yo".

Repaso 88 : 1)"La luz ha llegado." Al elegir la salvación en vez del ataque estoy eligiendo reconocer lo que ya está allí. La salvación es una decisión que ya se tomó; ataque y resentimientos no existen como opciones. La luz ha llegado. Solamente puedo elegir la luz porque no hay otra opción. La luz reemplazó a la oscuridad, que ha desaparecido.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto no puede mostrarme la oscuridad, porque La luz ha llegado." "Tu luz, (nombre) es lo único que quiero ver"
2) "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Esta es la perfecta declaración de libertad. La tentación de inventar otras leyes y permitir que me subyuguen acecha, y sufro únicamente porque creo en ellas; pero en realidad, no me afectan en absoluto. Estoy a salvo de los efectos de cualquier ley, excepto las de Dios, y Sus leyes son las de la libertad.
Variaciones específicas: "Veo únicamente las leyes de Dios operando en ésto" "Permítaseme dejar que las leyes de Dios actúen en esto y no las mías".

Repaso 89 : 1)"Tengo derecho a los milagros." Esto es porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios; ellas me liberan del resentimiento y lo reemplazan con milagros. Acepto los milagros en vez de los resentimientos, que no son sino ilusiones que ocultan los milagros que están detrás de los resentimientos. Acepto ahora aquello a lo que las leyes de Dios me dan derecho, para usarlo en beneficio de la función que Dios me dio.
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Detrás de esto hay un milagro al que tengo derecho." "No voy a abrigar resentimiento contra vos, (nombre), sino que te voy a ofrecer el milagro al que tenés derecho" "Visto correctamente, ésto me ofrece un milagro"
2) "¡Que los milagros reemplacen todos mi resentimientos!"
Con esta idea, mi voluntad se une a la del Espíritu Santo y percibo ambas como una. Así acepto mi liberación del infierno, y expreso que deseo que mis ilusiones sean reemplazadas por la Verdad, de acuerdo al Plan de Dios para la salvación.
Variaciones específicas: "(nombre), dejemos que los milagros reemplacen nuestros resentimientos" "Detrás de ésto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos".

Repaso 90 : 1)"Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto."
Hoy quiero ver que el problema siempre es alguna forma de resentimiento. Quiero comprender que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. Hoy quiero recordar la simplicidad de la salvación, recordando que sólo hay un problema, (un resentimiento) y una solución, (un milagro). E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que ocupa su lugar
Variaciones específicas para aplicar la idea: "Esto supone un problema para mí, que quiero que se resuelva." "El milagro que está detrás de este resentimiento, lo resolverá por mí" "La solución a este problema es el milagro que este problema oculta"
2) "Permítaseme reconocer que estos problemas se han resuelto."
La única razón por la que creo tener problemas, es que uso el tiempo indebidamente, creyendo que primero ocurre el problema y luego debe resolverse. No veo el problema y la solución como acontecimientos simultáneos, porque aún no me di cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, y el tiempo no los puede separar. El Espíritu Santo me lo mostrará si se lo permito.
Variaciones específicas: "No tengo que esperar a que esto se resuelva" "La solución a este problema ya se me dio, si estoy dispuesto a aceptarla" "El tiempo no puede separar este problema de su solución".

Finalizado el repaso, volvemos a las lecciones.
Lección 91 : "Los milagros se ven en la luz"
Es importante reconocer que los milagros y la visión van de la mano. El milagro está siempre allí, no importa que los percibas o no. Los verás en la luz, y no en la oscuridad. Por eso, la luz es crucial; en la oscuridad no podés ver el milagro, y creés que no existe. Esto mismo es para la luz: no percibir la luz, es percibir la oscuridad, y la aparente realidad de la oscuridad, hace que la idea de la luz no tenga sentido. Si te dijeran que lo que no ves está ahí, no lo creerías. Sólo creés en lo que ven los ojos del cuerpo. Para invertir esta percepción, estás respaldado por una fortaleza que hará desaparecer tus dudas y que vive en vos. Hoy trataremos de sentir esa fortaleza.
Sesiones largas: 3 veces en el día, por 10 minutos, tratá de dejar atrás tu debilidad. Se logra si te das instrucciones a vos mismo de ser algo más que un cuerpo. Podés escaparte del cuerpo si lo decidís; podés experimentar la fortaleza que vive en vos. Comenzá diciendo: "Los milagros se ven en la luz. Los ojos del cuerpo no perciben la luz. Mas yo no soy un cuerpo. ¿qué soy entonces?" Esta pregunta es crucial. Lo que pensás que sos debe ser erradicado para que lo que realmente sos te sea revelado. La verdad de lo que sos apela a la fortaleza que vive en vos, para llevar tu conciencia más allá de lo que el error oculta. Y con cada atributo que venga a tu mente, enunciá los opuestos que ocuparán su lugar. Por ej: "No soy débil, sino fuerte. No soy un inútil, sino todopoderoso. No tengo dudas, sino seguridad", etc. terminando con "No puedo ver en la oscuridad, sino en la luz".
Luego, tratá de experimentar estos enunciados que hiciste. La debilidad está asociada a la idea de que sos un cuerpo. Luego, sólo relajate por el resto de la sesión.
Sesiones cortas: 5 ó 6 veces por hora, recordate que los milagros se ven en la luz. Ante una tentación, repetite: "Los milagros se ven en la luz. No cerraré los ojos por causa de ésto"

Lección 92 : "Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una"
Esta idea es una ampliación de la de ayer. Trataremos de asociar la luz con la fortaleza, y la debilidad con la oscuridad. Ahora creés que ver es usar los ojos del cuerpo; creés que el cerebro puede pensar. Pero la fortaleza de Dios que vive en vos es la luz en la que ves, y es Su mente con la que pensás. Su fortaleza niega tu debilidad, y es tu debilidad lo que ves con los ojos del cuerpo. La debilidad ve todo como diferente a sí misma; juzga, condena y no ama, permaneciendo en la oscuridad para ocultarse. Se teme, se ataca y se odia a sí misma. La fortaleza pasa la debilidad por alto, al mirar más allá de las apariencias; te brinda la luz en la que tu Ser aparece. La fortaleza procede de la Verdad, y brilla con la luz que su Fuente le otorgó. La fortaleza y la luz se unen en vos, y ahí donde se unen, tu Ser se alza para recibirte como Suyo.
Allí trataremos de llegar hoy.
Sesiones largas: 2 veces, por 20 minutos (a la mañana y a la noche) estemos presentes en ese encuentro. Dejate conducir ante tu Ser. Dejá la oscuridad, y practicá ver en la luz, cerrando los ojos del cuerpo y pidiendo hallar el encuentro entre tu ser y tu Ser, donde la luz y la fortaleza son una.
Sesiones cortas: repitamos la idea de hoy tan a menudo como sea posible, reconociendo que es el preludio de la visión, y que nos está llevando de la oscuridad a la luz donde pueden percibirse los milagros.

Lección 93 : "La luz, la dicha y la paz moran en mí"
Creés ser morada del mal, y que si alguien viese la verdad acerca tuyo, te odiaría. Esta creencia está arraigada pero no tiene fundamento. Que cometiste errores es obvio; pero hoy vamos a poner en tela de juicio esta sentencia. Estos pensamientos no concuerdan con la voluntad de Dios. Todo el mal que creés haber hecho, nunca ocurrió; tus pecados no son nada, porque seguís tan puro como fuiste creado. El ser que vos fabricaste no es ni bueno ni malo; al no ser el Hijo de Dios, es irreal, por tanto, no existe. Tu impecabilidad está garantizada por Dios, y la luz, la dicha y la paz moran en vos, porque ahí las puso Dios. La salvación requiere aceptar este pensamiento: sos tal como Dios te creó.
Sesiones largas: Por 5 minutos al comienzo de cada hora, comenzá repitiendo esta verdad: "La luz, la dicha y la paz moran en mí. Mi impecabilidad está garantizada por Dios". Pasá el resto de la sesión tratando de experimentar lo que Dios te ha dado, en lugar de lo que vos decretaste para vos. Tratá de experimentar la santidad de tu único Ser, y el Amor del que fue creado.
Aún cuando no puedas dedicarle 5 minutos, repetí estos pensamientos cada hora. Luego, dedicale 1 minuto con ojos cerrados para tomar conciencia de que son la verdad acerca tuyo.
Aplicalo también ante cada situación que parezca perturbarte.

Lección 94 : "Soy tal como Dios me creó"
Esta idea silencia al ego, y nos brinda la total salvación. Con esta idea se restaura la cordura. Sos tal como Dios te creó, por lo tanto tenés que ser fuerte, lleno de luz e impecable. Las tinieblas no pueden ensombrecer la gloria del Hijo de Dios.
Sesiones largas: Hoy volvemos a dedicar los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora, a intentar sentir la verdad que está en nosotros: "Soy tal como Dios me creó. Soy su hijo eternamente". Tratá ahora de llegar al Hijo de Dios en vos, al Ser que jamás pecó, ni abandonó la morada de Dios. Sólo se te pide ir más allá de los atributos (buenos o malos) que te hayas adjudicado, y aguardar la verdad con expectación.
Si no cumplís con dedicarle 5 minutos, al menos repetí estos pensamientos cada hora.
Sesiones cortas: Repeti hoy frecuentemente que sos tal como Dios te creó. Y a cualquier persona que parezca irritarte, respondele: "Sos tal como Dios te creó. Sos Su Hijo eternamente."
Intentá cumplir los ejercicios 1 vez por hora. Cada sesión es un paso gigantesco hacia tu liberación.

Lección 95 : "Soy un sólo Ser, unido a mi Creador"
Esta idea te describe tal como Dios te creó. Sos uno con vos mismo, y uno con Él. Tu perfecta unidad hace que cualquier cambio en vos sea imposible. Creés ser algo fraccionado y dividido en muchas partes conflictivas, que a duras penas se mantienen unidas. Pero hoy trataremos de ser conscientes de lo que puede oír y ver y tiene sentido: trataremos de llegar hasta tu único Ser.
Sesiones largas: Dedicar los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora a practicar esta idea te ofrece grandes ventajas: los períodos más largos hacen muy difícil evitar que te disperses. Además, a no ser que se nos recuerde frecuentemente nuestro propósito, tendemos a olvidarlo; traerlo a la mente 1 vez por hora, forma el hábito de usar la idea como respuesta a cualquier tentación.
Por ello, continuaremos con esta forma de práctica de 5 minutos por hora por algún tiempo. Se te exhorta a omitir las menos posibles. Pero no sientas el día como perdido si te olvidás; simplemente, reafirmá tu propósito volviendo al horario preestablecido . Estemos dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos cualquier desviación. Esta tolerancia con la debilidad nos permite pasarla por alto, en vez de otorgarle el poder de demorar nuestro aprendizaje. Es sólo un error; y un error sólo requiere ser corregido. Son sólo intentos del ego de mantenerte lejos de tu Ser. Sos un sólo Ser unido a tu Creador, uno con cada aspecto de la Creación, dotado de paz y poder infinito.
Comenzá la sesión diciéndote con gran certeza: "Soy un sólo Ser unido a mi Creador, uno con cada aspecto de la Creación, dotado de paz y poder infinitos." Luego, cerrá los ojos y repetilo para vos varias veces, tratando de experimentar las palabras.
Se necesita nuestra ayuda, nuestra intención para brindar felicidad a todo el mundo. Dios nos contempla, sabiendo que vamos a intentarlo. Compartí su certeza, mantenete alerta. No te olvides.
Sesiones cortas: repetí la idea de hoy tan a menudo como puedas, sabiendo que cada vez que lo hacés tu reconocimiento es un llamado al mundo a ser uno con vos. Y cuando te encotrés con alguien, decile silenciosamente: "Vos y yo somos un sólo Ser unidos a nuestro Creador en este Ser. Te honro en razón de lo que soy, y de lo que es Aquel que nos ama a ambos como uno solo"

Lección 96 : "La Salvación procede de mi único Ser"
Aunque sos un sólo Ser, te percibís como dos: bueno y malo, amor y odio, mente y cuerpo. Esta sensación de división en opuestos genera conflicto. Pero no podés conciliar los opuestos que percibís en vos, porque sólo uno de ellos es real; sólo uno existe.
La mente es el medio del que el espíritu se vale para expresarse a Sí mismo; y si le sirve, está en paz y llena de gozo. Pero si la mente se percibe a sí misma como un cuerpo al que confunde consigo, divorciada del espíritu, no tiene paz y es infeliz. Desasociada de su función, cree estar sola y separada. No pierdas más tiempo en esto. Tu Ser aún conserva Sus pensamientos, dentro de tu mente y en la Mente de Dios. Hoy intentaremos localizar este pensamiento.
Sesiones largas: Los primeros 5 minutos al comienzo de cada hora los dedicaremos a buscar este Ser en tu mente. Comenzá diciendo: "La Salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición". Luego, escuchá Sus pensamientos y reclamalos como tuyos. Sentirás a tu Ser, y la paz que emana de él. Tu mente bendecirá todas las cosas.
Cada vez que dedicás 5 minutos de cada hora a buscar a Aquel que une tu mente con tu Ser, le brindás un tesoro adicional para que lo cuide para vos.

Lección 97 : "Soy espíritu"
Esta idea te identifica con tu único Ser, no acepta una identidad dividida; simplemente, declara la Verdad. Vos sos el espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. Él está siempre con vos, así como vos estás con Él.
Cada vez que practicás te volvés más consciente. Los minutos que dedicás se multiplican, porque el milagro hace uso del tiempo, pero no está regido por él. Un minuto que se dedica a estas ideas, se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito.
Sesiones largas: El Espíritu Santo se regocijará de tomar los primeros 5 minutos de cada hora para llevarlos a este mundo afligido donde el dolor parece reinar. Así, cada ofrenda se multiplica miles de veces. Comenzá diciendo: "Espíritu soy, un Santo Hijo de Dios, libre de toda limitación, a salvo, sano y pleno. Libre para perdonar y libre para salvar al mundo". El Espíritu Santo aceptará este regalo que le brindás y te lo devolverá multiplicado. Ofrecele gustosamente cada sesión de práctica de hoy.

Lección 98 : "Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios para la Salvación" Hoy es un día especial: nos pondremos de parte de la verdad, abandonando las ilusiones. Adoptaremos una postura firme en favor de Dios. ¡Qué dicha tener certeza! Dejemos de lado las dudas, afianzándonos en nuestra postura, seguros de nuestro propósito, agradecidos de que las dudas hayan desaparecido y la certeza nos cubra. Tenemos una función que desempeñar (aunque la desconozcamos) y quedamos libres de culpa al reconocer que nuestros pecados no eran sino errores, y al estar libres de culpa, nos liberamos del miedo, porque estamos a salvo.
Sesiones largas: ¿No vale la pena dedicar 5 minutos cada hora a aceptar la felicidad que Dios te dio? Esto garantiza tu liberación del dolor y del miedo, y una dicha que no es de este mundo. Hoy practicás con Dios mientras decís: "Aceptaré el papel que me corresponde en el Plan de Dios para la Salvación" Dios aceptará tus palabras y te las devolverá radiantes de fe y confianza. Ofrecele las palabras, Él hará el resto.
Pasá cada hora preparándote para la próxima sesión en que te reunirás con Dios. Repetí la idea a menudo; cada vez que lo hacés, preparás tu mente para el feliz reencuentro.

Lección 99 : "La Salvación es mi única función aquí"
La salvación y el perdón son lo mismo. Ambos implican que algo anda mal, y precisa ser corregido, pero sólo son ilusiones irreales. Sin embargo, al haber creído en su existencia, nuestra mente precisa un plan, un pensamiento de Dios para pasar por alto lo que nunca ocurrió. El Espíritu Santo conserva ese plan en la mente de Dios y en la tuya, para recordarte que Dios es Amor y que todo lo que se oponga a esta idea no es Su voluntad.
El pensamiento cuya función es salvarte de todas las apariencias: "La Salvación es mi única función aquí. Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad"
Sesiones largas: Practicá con el pensamiento de Dios. Comenzá diciendo: "La Salvación es mi única función aquí. La salvación y el perdón son lo mismo." Pedí luego aprender lo que necesitás para dejar de lado el miedo y reconocer a tu Ser. Perdoná todo pensamiento que se oponga a la verdad de tu compleción, unidad y paz. No podés perder estos regalos que tu Padre te dio.
Sesiones cortas: repetí frecuentemente la idea de hoy durante el transcurso de la hora. Así, depositás el perdón en tu mente, y dejás que todo temor sea suavemente descartado, para que el amor pueda ocupar su lugar en vos y mostrarte que sos el Hijo de Dios.

Lección 100 : "Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial"
Igual que el Hijo de Dios completa al Padre, tu papel en Su plan lo completa. La salvación tiene que revertir la descabellada idea de pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas separadas y recorren caminos separados. Cuando mentes separadas comparten una función, se unen en un solo propósito. Cada una es igual a las demás
La voluntad de Dios para vos es perfecta felicidad. ¿Por qué habrías de querer contradecirle? Tu papel es tan esencial para el Plan como para tu felicidad. Y sin tu dicha, la dicha de Dios no es total; y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya. Los mensajeros de Dios rebosan de felicidad; su júbilo sana todo pesar y desesperación.
Hoy no permitiremos que la tristeza se abata sobre nosotros. Trataremos de comprender que la dicha es nuestra función. Hoy sos el mensajerUo de Dios, que brinda Su felicidad a todos y Su paz a los que te contemplan, pleno de felicidad.
Sesiones largas: Repetí la idea de hoy, dejando que por 5 minutos la felicidad brote de vos tal como es la voluntad de Dios y la tuya. Comprendé que tu papel es ser feliz. Es lo único que se te pide. Es un error creer que se te pide sacrificio. Tratá de encontrar la dicha que te demuestra a vos y al mundo, lo que la Voluntad de Dios dispone para sus Hijos. Tu función es encontrarla aquí y ahora. ¡Ojalà lo logres hoy, a medida que ascendés para hallar el Cristo en vos!
Sesiones cortas: Recordá la idea de hoy entre las sesiones largas de cada hora. Es tu Ser el que te llama hoy, tenés que encontrar la felicidad que tiene para vos, para poder darla.

Un Curso de Milagros "Libro de Ejercicios del 61 al 80"


Lección 61 : "Yo soy la luz del mundo."
Hoy haremos tantas sesiones como sea posible, pero que ninguna exceda 1 ó 2 minutos de duración. Sobre todo, asegurate de comenzar y terminar el día con una sesión. (estas 2 pueden ser más largas) Empezá cada sesión diciéndote a vos mismo: "Yo soy la luz del mundo. Esa es mi única función. Por eso es que estoy aquí" Si es posible con ojos cerrados, dejá venir pensamientos afines. Si tu mente se aparta, repetí la frase.
Esta idea es lo opuesto al orgullo o arrogancia: Nadie, sino el Hijo de Dios, puede ser la luz del mundo. Esto confunde al ego, que cree ver en ella la auto-glorificacion; pero el ego confunde humildad con autodegradación. La humildad consiste en aceptar el papel que Dios te dio en la salvación; este papel te ha sido asignado por Dios. Es su voz la que te dice esta verdad.
Esta idea va más allá de la mezquina opinión que tu ego tiene de vos y de tu propósito. Es el primero de una serie de pasos gigantescos que daremos en las próximas semanas.

Lección 62 : "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo."
Regocijémonos de poder comenzar y terminar el día con esta idea, además de repetirla tan frecuentemente como sea posible, así pasaremos un día feliz. De ser posible con los ojos cerrados, repetí: "Perdonar es mi función por ser la luz del mundo. Cumpliré mi función para así poder ser feliz." Dedica 1 ó 2 minutos a pensar sobre tu función y la felicidad que te brindará. Si te distraés repetí la idea y decite: "Deseo recordar ésto porque quiero ser feliz".
Tu perdón es lo que lleva este mundo de las tinieblas a la luz, lo que te permite reconocer la luz en la que ves. Mediante tu perdón, vuelves a recordar la verdad acerca de tí; es por lo tanto, donde reside tu salvación. El perdón es un regalo que te hacés a vos mismo, usándolo para reemplazar los pensamientos de ataque, ya que con el ataque apelas a tu debilidad; con el perdón, a la fortaleza de Cristo en vos. El perdón arrasará con todo vestigio de temor, culpabilidad y dolor; reinstaurará en tu conciencia la invulnerabilidad y poder que Dios le confirió a Su Hijo.

Lección 63 : "La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón."
Empezaremos el día reconociendo nuestra función, y lo terminaremos pensando en ella; y estamos más que dispuestos a recordarla a menudo a lo largo del día, durante 1 minuto o dos. Si es posible, cerrando los ojos, decí:" La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón. Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo." Luego dejá que ideas afines vengan a tu mente.
Aplicala además, cada vez que puedas. No perdamos ni una oportunidad de recordar nuestra función.
Ciertamente, con esa función, tenés que ser la luz del mundo. El Hijo de Dios apela a vos para la redención del mundo. No aceptés ninguna otra función trivial ni deseos insensatos o te olvidarás de tu real función. Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar.

Lección 64: "No dejes que me olvide de mi función."
Tengámoslo presente por la mañana, por la noche y a lo largo del día. Hoy preparémonos a recordar que todas las decisiones que tomemos, son simples: te conducen a la felicidad o a la infelicidad; ésta es la única elección que el Espíritu Santo ve. Practiquemos con estos pensamientos: "No dejes que me olvide de mi función. No dejes que trate de sustituir la que Dios me dio por la mía. Déjame perdonar y ser feliz."
Una de las sesiones hagámosla de 10 a 15 min. En las sesiones cortas, repasá estos pensamientos por varios minutos, pensá en ellos y nada más. Si te resulta difícil, volvé a repetir la idea de hoy. Algunas veces, hacé las sesiones cortas con ojos cerrados, y otras, luego de repetir la frase de hoy, abrí los ojos y mientras mirás a tu alrededor, repetí para vos: "Este es el mundo que es mi función salvar"
Esta idea es sólo otra manera de decir "no me dejes caer en la tentación". El propósito del mundo que ves es nublar tu función de perdonar, y proveerte de una justificación por olvidarte de ella. Es asimismo la tentación de abandonar a Dios y Su Hijo, ya que esto es lo que los ojos del cuerpo ven; y nada de lo que ven puede ser sino una tentación. Pero el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las ilusiones que hemos forjado. En ella, el mundo es el lugar donde aprendemos a perdonarnos, convirtiendo a la apariencia física en nuestra salvación.
Sólo desempeñando la función que Dios nos dio, podemos ser felices. Tu función es ser feliz, valiéndote de los medios por los cuales la felicidad es inevitable. Al elegir entre desempeñar o no tu función, estás eligiendo ser o no feliz.

Lección 65 : "Mi única función es la que Dios me dio."
Reserva hoy (y durante los próximos días) 10 a 15 min para una sesión de práctica larga, en la que trates de entender el real significado de la idea de hoy, que pone en tus manos la llave que abre la puerta a la paz. Tratá de que las sesiones largas (de hoy y días siguientes) sean siempre a la misma hora, y tratá de fijarla de antemano y luego cumplirlo. La intención es planificar el día reservando un tiempo para Dios. Comenzá repitiendo la idea, luego cerá los ojos y fijate qué pensamientos aparecen, y si aportan u obstaculizan la idea de hoy. En este caso, decite "este pensamiento refleja un objetivo que me está impidiendo aceptar mi única función". Cuando ya no surjan pensamientos, decite: "Que en esta tabla rasa quede escrita mi verdadera función ." Luego repetí la idea de hoy y buscá pensamientos afines.
En las sesiones cortas, que deben hacerse una vez por hora por lo menos, usá el siguiente modelo: "Mi única función es la que Dios me dio. No quiero ni tengo ninguna otra". Algunas veces cerrá los ojos, y otras mirá a tu alrededor mientras lo repetís.
La idea de hoy reafirma tu compromiso con la salvación, y te recuerda que no tenés otra función salvo ésa. Ambos pensamientos son necesarios para un compromiso total, y para poder renunciar a las demás metas que nos hemos inventado. Ésta es la única manera en que podemos encontrar paz.

Lección 66 : "Mi función y mi felicidad son una ."
El propósito de la sesión larga de hoy (10-15 min) es reconocer que no sólo están conectadas tu función y tu felicidad, sino que de hecho, son lo mismo; ya que Dios sólo te da felicidad.
Comenzá pensando: "Dios me dá sólo felicidad, Dios me ha dado mi función. Por lo tanto, mi función tiene que ser la felicidad". Tratá de entender la lógica de esta secuencia, aunque no puedas aceptarla como cierta. Respecto de la 1a) frase, si Dios no te diera felicidad solamente, no podría ser sólo Amor. Respecto de la 2da), vimos que nuestra mente tiene 2 partes: una gobernada por el ego compuesta de ilusiones; otra que es la morada del Espíritu Santo, donde vive la verdad. Sólo se puede elegir uno de estos 2 guías. O nuestra función proviene de Dios, o proviene del ego. Y pensá en la consecuencia de estas 2 frases, durante la práctica de hoy, además de recordar las veces que seguiste las ideas del ego para salvarte. ¿Te sentiste feliz? ¿Lograste salvarte? Hoy necesitamos ser muy honestos. O prestamos oídos al ego, o a Dios.
Para las sesiones cortas (2 veces por hora" repetí "Mi función y mi felicidad son una porque Dios me dio las dos", y pensá en estas palabras mientras las decís.

Lección 67 : "El Amor me creó a semejanza de sí mismo ."
La idea de hoy es la exacta afirmación de lo que somos. Por ello, somos la luz del mundo, la salvación del mundo, el Hijo de Dios. Hoy trataremos de llegar a esta verdad acerca de nosotros.
Durante la sesión larga de hoy (10-15 min) pensemos en tu realidad y tu naturaleza inalterada añadiendo pensamientos afines, como "La santidad me creó Santo. La Bondad me creó bondadoso" etc. añadiendo atributos de Dios. Luego tratá de vaciar tu mente, y de ir más allá de pensamientos e imágenes, hasta la verdad en vos. Si el Amor te creó a semejanza de sí mismo, ese Amor tiene que estar en vos, en alguna parte de tu mente donde puedas hallarlo. Repetí de vez en cuando la idea de hoy para evitar distraerte.
Sesiones Cortas: hacelas tan a menudo como puedas, (4 ó 5 veces por hora si podés) para oír la verdad acerca tuyo, eliminando las falsas imagenes que tenés de vos mismo. No es tu diminuta voz la que dice esto, sino la Voz de Dios, que habita dentro tuyo: El Amor te creó a semejanza de sí mismo.

Lección 68 : "El Amor no abriga resentimientos."
No podés al mismo tiempo, tener resentimientos (olvidándote de quién sos) y conocer a tu Ser. Tener resentimientos es permitir que el ego tome el control; te hace creer que estás separado de tu Fuente, y que sos distinto de Él. Escindido de tu Ser, que parece dormir, la parte de tu mente que teje ilusiones parece despierta: y como el que abriga resentimientos niega haber sido creado por el Amor, su Creador se vuelve algo temible. Si ésto fuera cierto, ¿no vale la pena abandonar los resentimientos y abrazar el perdón?
Práctica Larga: Buscá en tu mente aquellas personas que sean objeto de tus mayores resentimientos. Luego traé aún los resentimientos insignificantes contra aquellos que amás. Esto te deja solo en medio del universo. Ahora decile a cada una de estas personas: "Te consideraré mi amigo, para poder recordar que eres parte de mí y así poder llegar a conocerme a mí misma" El resto de la sesión tratá de imaginarte en paz con todo el mundo, a salvo en un mundo que te protege y te ama, y al que a tu vez, vos amás. Al final decí "El Amor no abriga resentimientos. Cuando me desprenda de mis resentimientos, sabré que estoy perfectamente a salvo".
Sesiones Cortas: Cada vez que surja un pensamiento de resentimiento contra alguien, repetí (tanto si la persona está presente como si no): "El Amor no abriga resentimientos. No traicionaré a mi propio Ser".
Además, cada hora varias veces, repetí la idea así: "El Amor no abriga resentimientos. Quiero despertar a la verdad de mi Ser, dejando a un lado todos mis resentimientos y despertando en Él."

Lección 69 : "Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."
Nadie puede ver lo que sus resentimientos ocultan. Así, al ocultar la luz, el mundo se halla a oscuras, y vos junto con el mundo. Pero a medida que el velo se corre, te liberás junto con ellos. Compartí tu salvación con aquellos que estaban a tu lado en la oscuridad. Hoy intentamos nuevamente llegar a la luz en vos.
Páctica larga: Comenzaremos siendo conscientes de que esto es así, y con la firme convicción de llegar a aquello que nos es más querido: la salvación es nuestra única necesidad; no tenemos otra función. Tratá de darle la importancia enorme que tiene. Ahora, tratemos de deshacernos del contenido de nuestra conciencia: pensá en tu mente como un gran círculo rodeado de densas nubes, al que ves de lejos. Resolvete finalmente a atravesar las nubes. En tu mente, extendé la mano y tocalas; sentí su textura. Apartalas, y sentilas rozar tu cara, sabiendo que las nubes son insustanciales, no pueden detenerte. Sentirás que estás siendo elevado, transportado hacia adelante. Tus esfuerzos invocan al poder del Universo en tu ayuda, y el propio Dios te llevará hacia la luz. No podés fracasar, porque tu deseo coincide con el Suyo. Repetí entonces: "Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí. No puedo ver lo que he ocultado. Mas por mi salvación y la del mundo, deseo que me sea revelado".
Sesiones Cortas: Si durante el día sentís algún resentimiento, decí para tus adentros:
"Si siento este resentimiento, la luz del mundo quedará velada para mí. Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí."

Lección 70 : "Mi salvación procede de mí."
Toda tentación no es más que una variante de la tentación de no creer la idea de hoy. Pero si la creemos, nada externo a vos puede salvarte... pero tampoco puede dañarte, ni perturbar tu paz. Esta idea te pone a cargo del Universo; aceptarla es la salvación.
Pácticas largas: (2 de 10 min: vos decidís cuándo) Consisten en reconocer que nuestra voluntad y la de Dios coinciden en ésto: Dios quiere que sanemos, y nosotros no queremos estar enfermos, pues eso no nos hace felices. Al aceptar la idea de hoy, estamos de acuerdo con Dios. Comencemos repitiendo la idea de hoy, y añadiendo ideas afines: "Mi salvación procede de mí. No puede provenir de ninguna otra parte"
Con ojos cerrados, por varios minutos revisá las fuentes externas que en el pasado creíste que tenían la salvación para vos. Luego decite: "Mi salvación no puede proceder de ninguna de estas cosas. Mi salvación procede de mí y sólo de mí."
Tratá ahora de llegar nuevamente a la luz en vos. Recordá que la luz está detrás de las nubes de las ilusiones; usá cualquier medio que te atraiga para atravesarlas. Y recordá que Dios te lleva de la mano, que te está guiando.
Sesiones Cortas: (y frecuentes) Recordate que la salvación procede de vos, y que nada, excepto tus propios pensamientos, puede impedir tu progreso. Repetí: "Mi salvación procede de mí . No hay nada externo a mí que me pueda detener. En mí se encuentra la salvación del mundo y la mía propia."

Lección 71 : "Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito."
Hasta ahora, hemos seguido el plan del ego, que se basa en abrigar resentimientos, creyendo que si otra persona hace o dice algo, u ocurriese tal o cual cosa, te salvarías; percibiendo la salvación siempre como externa a vos. Cada resentimiento es una declaración: "Si esto cambiara, yo me salvaría". Por eso cambiamos de un método a otro, de un maestro a otro, buscando siempre afuera.
El plan de Dios, en cambio, es buscar la salvación allí donde está: pero para encontrarla, debes estar dispuesto a buscarla solamente allí, para no dividir tu propósito. La idea de hoy es la respuesta para salir de esta dualidad.
Pácticas largas: (2 de 10 min: vos decidís cuándo) Comenzá pensando en la idea de hoy, y en la dualidad que ya planteamos. "El plan de Dios para la salvación tendrá éxito, pero otros no" (no permitas que la segunda parte te cause depresión o desdicha) Luego, dedicá el resto de la sesión a preguntarle a Dios su plan:
"¿Qué quieres que haga? ¿Adónde quieres que vaya? ¿Qué quieres que diga, y a quién?" Él responderá en la medida en que estés dispuesto a oír, y el hecho de hacer los ejercicios, demuestra tu disposición.
Sesiones Cortas: Durante el día, mantenete atento a no sentir resentimientos, repitiendo esta variación de la idea: "Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación, y sólo Su plan tendrá éxito."
Además, tratá de recordar unas 6 veces por hora la idea de hoy. No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, que recordar la Fuente de tu salvación allí donde se encuentra.

Lección 72 : "Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación."
El ego ha intentado hacernos creer que lo único que somos es un cuerpo, y que el plan de Dios para nosotros es la muerte. Esta es la creencia del mundo que ves. Hay quienes odian al cuerpo y tratan de humillarlo, o quienes lo veneran y glorifican; pero mientras tu cuerpo siga siendo el centro del concepto que tenés de vos mismo, estás atacando el plan de Dios para la salvación, y abrigando resentimientos contra Él y contra Su creación. Hoy trataremos de poner fin a estos ataques contra la salvación, y en cambio, darle la bienvenida. Esta percepción invertida que tenías ha sido la ruina de tu paz; te viste a vos mismo como si estuvieras dentro de un cuerpo; y a la verdad, como algo que está fuera de vos. Pero la luz de la Verdad está en nosotros, allí donde Dios la puso. Hoy nos haremos conscientes de que aceptar el plan de Dios para la salvación es lo mismo que haberlo consumado.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), suspendamos todo juicio y preguntémosle a Dios cuál es su plan para nosotros. :"¿Qué es la salvación, Padre? No lo sé. Dímelo, para que lo pueda entender" Luego, aguardemos quedamente Su respuesta. Queremos ver, oír y aprender. Cada vez que tu esperanza flaquee, o dudes, repite la pregunta. Y resolvete a escuchar.
En las sesiones cortas, (2 por hora) comenzá diciendo : "Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación. Permitime aceptarlo en lugar de atacarlo. ¿Qué es la salvación, Padre?" Luego esperá en silencio (1 min) Su respuesta.

Lección 73 : "Mi voluntad es que haya luz."
Los deseos del ego y su necesidad de fabricar resentimientos, dieron lugar al mundo como lo vemos, con figuras que parecen atacarnos, haciendo que nuestros juicios estén "justificados".
Perdemos conciencia de nuestra Voluntad en esta transacción en la que la culpabilidad se renueva cada vez, y los resentimientos aumentan con cada intercambio. pero, ¿acaso Dios, que nos ama, podría haber creado desastres para nosotros? La creación es la Voluntad conjunta de ambos, Dios y Su hijo, ¿cómo iba a crear un mundo que pudiera destruírlo?
Hoy trataremos de ponernos en contacto con el mundo que está acorde con tu voluntad. La luz está en él, porque aunque no es el Cielo, Su luz resplandece sobre él.
Tu imagen del mundo sólo puede reflejar lo que está dentro tuyo. Ni la fuente de luz ni la oscuridad pueden hallarse fuera de vos. Tu interior define al mundo que contemplas. Salvando la barrera de los resentimientos, el perdón despeja las tinieblas.
Abordemos los ejercicios de hoy (2 sesiones largas) reconociendo que sólo el plan de Dios para la salvación está en completo de acuerdo con tu voluntad. No es un poder externo que se te impone contra tu voluntad; sino que hoy, el Hijo de Dios está dispuesto a contemplar la luz que mora en Él y salvarse. Luego de recordarte ésto, repetí para adentro con tranquila certeza: "Mi voluntad es que haya luz. Quiero contemplar la luz que refleja la voluntad de Dios y la mía." poné el resto de la sesión bajo Su dirección.
Sesiones cortas: varias veces por hora, repetite: "Mi voluntad es que haya luz. La oscuridad no es mi voluntad". Además, aplicala de inmediato si te sientes tentado a abrigar resentimientos; te ayudará a desprenderte de ellos.

Lección 74 : "No hay más voluntad que la de Dios."
Reconociendo ésto, habrás reconocido que tu voluntad es la Suya. La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido, y la paz te envolverá.
La idea de hoy encierra una gran paz; nuestro propósito es encontrarla. Comenzá las sesiones más largas repitiendo varias veces: "No hay más voluntad que la de Dios. No puedo estar en conflicto". Luego, dedicá varios minutos a añadir pensamientos afines, por ej. "estoy en paz, nada puede perturbarme" etc. Hacele frente a cualquier pensamiento conflictivo que aparezca repitiendo: No hay más voluntad que la de Dios. Este pensamiento conflictivo no significa nada". Si parece persistir, agregá: "Mis conflictos respecto a ..... no pueden ser reales". Luego cerrá los ojos y tratá de experimentar la paz a la que tu realidad te dá derecho. Sumergite en ella. Sentí cómo te va envolviendo. Sentirás una profunda sensación de dicha; la paz se caracteriza por la dicha.
En las sesiones cortas (llevadas a cabo a intervalos previamente determinados por vos) decite:
"No hay más voluntad que la de Dios. Hoy busco Su paz." y tratá de hallar lo que buscás.
Dedicar 1 o 2 min. con ojos cerrados a ésto, cada 1/2 hora, será tiempo bien empleado.

Lección 75 : "La luz ha llegado."
La luz ha llegado. Te has curado y podés curar, te has salvado y podés salvar. Estás en paz y las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. Hoy celebraremos el feliz desenlace de tu largo sueño de desastre. Hoy, nuestros ejercicios serán felices, y daremos las gracias por la desaparición de lo viejo y el comienzo de lo nuevo.
Sesiones largas: las dedicaremos a ver el mundo que el perdón nos muestra. No queremos hoy ver ni la sombra del ego. Decí para vos: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo". No te entretengas en el pasado; estás esperando a que se te muestre el nuevo mundo que habitarás. Repetí la idea varias veces. Confiá en que el perdón te hace acreedor de la visión, y el Espíritu Santo está con vos mientras esperás. Decile que sabés que no podés fracasar, porque confiás en Él. Esperalo pacientemente, y verás el mundo que se te ha prometido desde el principio de los tiempos.
Sesiones cortas: serán asimismo jubilosos recordatorios de tu emancipación. Cada cuarto de hora, recordate que hoy es un día de celebración: decite: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo". Y si cualquier tentación parece estarte llevando hacia las tinieblas, repetí para vos: "La luz ha llegado. He perdonado al mundo"

Lección 76 : "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Esta idea te repite una vez más cuán simple es la salvación; buscándola allí donde está, la encontrarás. Creyendo que puedes obedecer las leyes del mundo, de la medicina, de la economía, y de la salud, y que protegiendo tu cuerpo te salvarás, creyendo que estás solo a no ser que otro cuerpo esté con vos, no es creer en leyes, sino en locura. Todas estas leyes tienen origen en tu mente, dirigida por tu ego.
Las leyes de Dios no pueden ser reemplazadas; dedicaremos el día de hoy a regocijarnos de que así sea. Comenzaremos las sesiones largas(2) , repasando las "leyes" que hemos creído que salvarían nuestra vida (por ej, de la nutrición, de la medicina, de la amistad, etc) si las obedecíamos. Luego, desechá todas estas creencias mágicas y mantené la mente en silenciosa preparación para escuchar la Voz que te dice la verdad. Las leyes de Dios dan eternamente sin quitarte nada. Escucharás del Amor de Dios, de la infinita dicha que te ofrece. Repitamos la idea de hoy hasta haber escuchado y comprendido que no hay más leyes que las de Dios.
Para cerrar, repetí : "No me gobiernan otras leyes que las de Dios."
Sesiones cortas: 4 ó 5 veces por hora, repetí esta dedicatoria así como en respuesta a cualquier tentación de sentirte sujeto a otras leyes que las Suyas. Es nuestro reconocimiento de que Dios es nuestro Padre y que Su Hijo se ha salvado.

Lección 77 : "Tengo derecho a los milagros."
Hoy reivindicaremos los milagros a los que tenés derecho, porque te pertenecen. El Reino de Dios está dentro tuyo y jamás lo podrás perder. No pedimos sino lo que en verdad nos pertenece, y no nos conformaremos con menos
Sesiones largas: decite con absoluta certeza que tenés derecho a los milagros. cerrá los ojos, y recordá que estás pidiendo lo que te pertenece, y que al hacer valer tu derecho, estás haciendo valer los derechos del mundo. Los milagros no obedecen las leyes del mundo, sino las de Dios. Luego, esperá en silencio la ratificación de tu petición, ya que no estás sino pidiendo que se haga la Voluntad de Dios. Y en realidad, no estás pidiendo sino afirmando un hecho innegable.
Sesiones cortas: Repetí frecuentemente : "Tengo derecho a los milagros." cada vez que se presente una situación que lo requiera; las reconocerás fácilmente.
Si te asaltan tentaciones, repetí: "Tengo derecho a los milagros. No intercambiaré milagros por resentimientos. Quiero únicamente lo que me pertenece. Dios ha establecido mi derecho a los milagros."

Lección 78 : "¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!"
En cada decisión que tomás estás elijiendo entre un resentimiento y un milagro. Cada resentimiento se alza como un escudo de odio, impidiéndote ver el milagro oculto detrás.
Hoy vamos a ir más allá de los resentimientos, dejándolos caer para ver la luz detrás, ya que cada uno es un obstáculo a la visión del Hijo de Dios. Hoy intentaremos ver al Hijo de Dios.
Seleccionaremos a alguien que haya sido objeto de tus resentimientos, y dejando de lado los resentimientos, lo contemplaremos. Quizá sea alguien que temes u odias, o a quien llamas amigo pero te hizo enfadar. Ya sabés quién es: su nombre ya cruzó tu mente. En él pedimos que se nos muestre el Hijo de Dios. El que era enemigo, se convierte en amigo cuando está en libertad de asumir el santo papel que el Espíritu Santo le asignó.
En las sesiones largas, lo veremos asumiendo la función de nuestro salvador; pero primero intentá verlo como lo ves actualmente. Pasá revista a sus fallas, al dolor que te causó, a sus descuidos... contemplá todas sus imperfecciones. Luego pedí que se te conceda verlo de otra manera: "Quiero contemplar a mi salvador en éste a quien Tú has designado como aquel al que debo pedir que me guíe hasta la santa luz en la que él se encuentra, de modo que pueda unirme a él." Con los ojos cerrados, lo que has pedido no se te negará. El Espíritu Santo se extiende desde él hasta tí. Permanecé muy quedo, que Dios te dá las gracias por estos momentos en que tu decisión es ver el milagro de amor.
Sesiones cortas: Recordemos esto a lo largo del día, permitiendo que todo aquel con el que te encuentres o en el que pienses, asuma el papel de salvador, rogando: "¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!"

Lección 79 : "Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto."
No podemos resolver (ni saber si está resuelto) un problema a menos que sepamos de qué se trata. El problema de la separación, que en realidad es el único que hay, ya se ha resuelto. Pero no lo hemos reconocido porque no reconocimos el problema; esta es nuestra situación hoy. Parecemos enfrentarnos a una larga lista de problemas, y apenas uno se resuelve, otro lo reemplaza; parecen no tener fin. Nadie podría resolver todos los problemas que el mundo parece tener, además. La tentación de considerar que los problemas son múltiples es la tentación de dejar el problema de la separación sin resolver; y tal como los percibimos, el desaliento y la depresión son inevitables. Si pudiéramos reconocer que nuestro único problema es la separación, en cualquier forma que se manifieste; que existe un común denominador, comprenderíamos que disponemos de los medios para resolverlos todos.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), preguntaremos cuál es el problema y cuál su solución. No asumiremos que ya lo sabemos, y trataremos de liberara nuestras mentes de las innumerables clases de problemas que parecen tener. Trataremos de reconocer que sólo tenemos un problema que no hemos reconocido. La respuesta a nuestras preguntas nos será dada. Tratá de no insistir en definir el problema; tratá de poner en duda tu definición de tu versión de lo que son tus problemas. Tratá de darte cuenta que al reconocer el problema real, también tenés la solución y podés quedar en paz.
En las sesiones cortas, (hoy no están regidas por el reloj, sino por la necesidad) ante cada problema que se te presente, recordate que tenemos que reconocer que hay un solo problema y una sola la solución. Con este reconocimiento, todos los problemas se resuelven y llega la paz. Ante cada dificultad que parezca surgir, decite de inmediato: "Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto." y tratá de suspender todo juicio respecto al problema. Si podés, cerrá los ojos y preguntá cuál es el problema. Serás escuchado, y se te responderá.

Lección 80 : "Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto."
La salvación depende de que reconozcas que la separación es el único problema y que entiendas que ya se ha resuelto. Así, la salvación se ha consumado, y se te libera de todo conflicto. ¡Tu único problema ya se ha resuelto! Repetí esto para tus adentros una y otra vez a lo largo del día, con gratitud y convicción. Hoy tenés derecho a la paz. Un problema resuelto no te puede perturbar. Asegurate, por lo tanto, de no olvidarte que todos los problemas son uno solo, y que sus múltiples formas no te pueden engañar.
En las sesiones largas de hoy (2 de 10,15 min), reivindicaremos la paz que será nuestra inevitablemente una vez que el problema y la solución se hayan reconciliado. Al haber reconocido el problema, reconociste la solución; cerrá los ojos y recibí tu recompensa. Reconocé que no tenés conflictos, que estás libre y en paz.
En las sesiones cortas, afirmá con frecuencia "Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto." tan a menudo como sea posible. Asegurate en particular, de usar la idea ante cualquier problema concreto que pueda surgir. Decí de inmediato: "Permítaseme reconocer que este problema ya se ha resuelto."
Propongámonos hoy no acumular resentimientos, y estar libres de problemas que no existen.


SEGUNDO REPASO
Ahora iniciamos nuestro segundo repaso, que incluye 2 ideas por día: la primera parte del día la dedicamos a una idea, y la segunda parte a la otra. Haremos sólo una sesión larga en el día, de 15 min., y la comenzaremos pensando en ambas ideas, y en los comentarios de ellas. Los primeros minutos, dedicalos a leerlas, luego cerrá los ojos y escuchá. Si sentís que tu mente divaga, repetí las frases del día, pero tratá de pasar la mayor parte de la sesión "escuchando": hay un mensaje para vos. Confiá en recibirlo, recordá que es para vos y querés recibirlo.
No permitas a tu intención vacilar ante los pensamientos que vengan a distraerte: no tienen poder a menos que vos se lo otorgues. Tu voluntad te llevará más allá de ellos.
Considerá estas sesiones como consagraciones al Camino, a la Verdad y a la Vida.
En las sesiones cortas con c/u de las ideas, reafirmá tu determinación, usando la idea en su forma original para las aplicaciones en general, y variaciones más específicas cuando sea necesario (van algunas a modo de orientación). Las palabras que uses no son lo importante.

Un curso de Milagros "Libro de Ejercicios del 41 al 60"


Lección 41 : "Dios va conmigo dondequiera que yo voy".
Hoy tenemos una sola sesión larga, de ser posible por la mañana, de 3 a 5 minutos.
Sentate con ojos cerrados, repitiendo la idea muy lentamente, tratando de no pensar en nada, tratando de sumergirte en tu interior, más allá de los pensamientos del mundo. De vez en cuando podés repetir la idea de hoy, si te ayuda a mantener despejada de pensamientos la mente, pero sobre todo, tratá de sumergirte en lo profundo de tu mente, vaciándola.
Usá la idea de hoy frecuentemente a lo largo del día, repitiéndola despacio, con ojos cerrados. Concentrate en las palabras, en su significado; incluso podés reírte de los pensamientos de miedo, sabiendo que Dios te acompaña dondequiera que vayas.
Con el tiempo, la idea de hoy desvanecerá la sensación de soledad y abandono que experimentan todos los que se sienten separados. La depresión, la ansiedad, las preocupaciones, son consecuencias de la creencia de la separación. La idea de hoy tiene el poder de terminar con todo este desatino para siempre.
En lo profundo de tu interior, yace todo lo que es perfecto, dispuesto a irradiar a través tuyo al mundo; esto sana todo dolor y pesar; curará a la mente que creía que esas cosas eran reales.
La Fuente de tu perfecta santidad va con vos a todos lados, por ello no se te puede privar de ella.
Se comprende que no creas ésto, porque la verdad se halla oculta en lo profundo de tu interior, bajo una densa nube de pensamientos turbios que representan todo lo que ves. Hoy estamos intentando atravesar esta nube, para llegar a la Fuente de tu santidad, que se halla dentro tuyo.

Lección 42 : "Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo".
Hoy haremos 2 sesiones largas, de 3 a 5 minutos, de ser posible al despertar por la mañana la primera y antes de dormir la otra.
Repetí la idea de hoy lentamente mientras mirás a tu alrededor; luego cerrá los ojos y repetila aún más despacio. Luego, tratá de no pensar en nada, excepto pensamientos relacionados con la idea de hoy; por ej: "La visión tiene que ser posible. Dios da verdaderamente". Dejá surgir estos pensamientos a menos que notes que estás divagando; entonces, volvé a repetir la idea de hoy.
No hay límite en el número de sesiones cortas que podés hacer hoy; cuanto más a menudo las repitas, estarás recordando que el objetivo del Curso es importante para vos.
Esta idea combina dos pensamientos poderosos, de gran importancia. Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que El da, es realmente dado. Lo podés recibir en cualquier momento, y no podés sino estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. Tal es la fortaleza de Dios, y sus dones.

Lección 43 : "Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él".
Hoy son necesarias 3 sesiones largas, de 5 minutos cada una, la primera lo más temprano que puedas, la última lo más tarde, y la otra intercalada.
Repetí la idea de hoy con ojos cerrados; luego mirá a tu alrededor, aplicándola a lo que veas, al azar (4 ó 5 objetos), por ej: "Dios es mi Fuente. No puedo ver esta cama separada de Él" Luego, cerrá nuevamente los ojos, repetí la idea de hoy, y dejá que aparezca cualquier pensamiento pertinente, por ej: "Veo a través de los ojos del perdón, veo el mundo como bendito", etc.
Si te resulta imposible pensar en algo, volvé a abrir los ojos, y repetí desde allí con los objetos.
En las sesiones cortas de práctica, aplicá la idea a toda persona con la que te encuentres: "Dios es mi Fuente. No puedo verte separado de Él" y aplicala a las situaciones que se presenten durante el día: "Dios es mi Fuente. No puedo ver ésto separado de Él". Tratá de no dejar pasar lapsos muy largos sin usarla.
La percepción no es un atributo de Dios, su ámbito es el conocimiento. Dios creó al Espíritu Santo para que sea Mediador entre la percepción y el conocimiento; sin este vínculo, la percepción habría reemplazado al conocimiento en tu mente.
En Dios no podés ver; la percepción no existe en Dios. Pero en el proceso de erradicar lo que nunca fue, la percepción, inventada por el Hijo de Dios para un propósito no santo, debe convertirse en el medio para restaurar la santidad en tu conciencia. Una percepción que ha sanado, te deja ver que no podés ver separado de Dios, porque no podés estar separado de Dios. Todo lo que hacés, lo hacés en Dios; lo pensás en Su mente.


Lección 44 : "Dios es la luz en la que veo".
Hoy precisamos, como mínimo, 3 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una (se recomienda enfáticamente que le dediques más tiempo, sobre todo si no sentís tensión) además de repetir la idea a menudo durante el día con ojos abiertos o cerrados. Pero sobre todo, decidite a no olvidarte de hacerlo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís varias veces. Tratá de sumergirte en tu mente, abandonando las interferencias, sumergiéndote más allá de ellas. Si te viene un pensamiento, no te involucres; dejalo seguir. Estamos intentando hacer algo muy sagrado: llegar a Dios. Si sentís resistencia o temor, hacé una pausa y repetí la idea con ojos cerrados. La idea de hoy tendría que hacer que te sientas relajado, e incluso hacerte sentir que te adentrás en la luz. Tratá de pensar en luz sin forma ni límites.
La idea de hoy es una continuación de la anterior, pero le agrega otra dimensión: no podemos ver en la oscuridad, ni fabricar luz. La luz y la vida son inseparables; son diferentes aspectos de la creación. Para poder ver, debemos reconocer que la luz se halla en nuestro interior, y no afuera. Esta luz está siempre con nosotros, haciendo que la visión sea posible siempre. Hoy intentamos llegar a esa luz, (y aprovechamos para entrenar nuestra mente) Dios es la luz en la que vemos, estamos intentando llegar a él.

Lección 45 : "Dios es la Mente con la que pienso".
Haremos 3sesiones de práctica de 5 minutos cada una, que siguen el mismo modelo que la de ayer, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Tratemos de comprender y recordar que lo que Dios quiere que hagamos es lo que en verdad queremos hacer; y no podemos fracasar al intentarlo; estamos acompañando Su deseo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís para tus adentros. Luego, pensá 4 ó 5 ideas afines que provengan de vos, por ej: "mis pensamientos reales están en mi mente. me gustaría encontrarlos" Tratá de llegar a lo eterno; tratá de que tu actitud sea de reverencia, porque estamos intentando llegar a un lugar sagrado: aquel donde nuestra mente se une a la de Dios.
Aplicaciones cortas: tratá de recordar qué importante es comprender la santidad de tu mente, que piensa con Dios, mientras repetís la idea a lo lardo del día, dedicando 1 ò 2 minutos a ello. Dejá de lado los pensamientos indignos de esta mente divina, y agradecé por los pensamientos que Dios piensa con vos.
La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, que tienen que estar en tu mente, porque no pueden haber abandonado su fuente. (tené presente que no existe relación entre lo que es real y lo que pensamos que es real) Al pensar con la mente de Dios, compartimos nuestros pensamientos con Él, y viceversa. Tal como somos parte de Su mente, nuestros pensamientos lo son también.

Lección 46: "Dios es el Amor en el que perdono".
Hoy se te piden por lo menos 3 sesiones de práctica de 5 minutos completos (práctica largas) y el mayor número posible de las más cortas.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente mientras la repetís para tus adentros. Luego, explorá tu mente, buscando personas a quienes no hayas perdonado, no importa en qué medida sea. Cualquier persona que no te caiga bien es adecuada. Decí: "NN, Dios es el Amor en el que te perdono". Luego de nombrar a todos aquellos que hayan venido a tu mente, decite: "Dios es el Amor en el que ME perdono", luego añadí ideas afines, por ej: Dios es el Amor en el que me amo a mí mismo" etc. Así podés perdonarte a vos mismo. Terminá la sesión repitiendo la idea original.
Aplicaciones cortas: pueden consistir en repetir la idea original, o en tener pensamientos afines. Pero asegurate de, en caso de tener cualquier reacción negativa hacia alguien a lo largo del día, decirle silenciosamente: "Dios es el Amor en el que te perdono"
La idea de hoy parece inferir que Dios perdona, pero para ello primero tiene que haber condena, y ello es imposible. Si bien Dios no perdona, su Amor es la base del perdón. El miedo condena, el Amor perdona; el perdón deshace lo que el miedo produjo; por eso el perdón es la mayor necesidad en este mundo de ilusión; los que perdonan, se liberan a sí mismos de las ilusiones, y de la misma manera en que sólo te condenás a vos mismo al condenar, al perdonar te perdonás a vos mismo. Por todo esto, el perdón es realmente la salvación.

Lección 47 : "Dios es la fortaleza en la que confío".
Hoy son necesarias 4 sesiones de práctica de 5 minutos c/u, aunque se nos exhorta a hacer más y de más duración (práctica largas). Repetí la idea frecuentemente en el transcurso del día, usándola como respuesta a cualquier cosa que te perturbe.
Prácticas largas: Cerrá los ojos y repetí la idea de hoy. Luego buscá situaciones de tu vida que hayas revestido de temor, y desechalas, diciéndote: "Dios es la fortaleza en la que confío"; tratando de deslizarte más allá de las preocupaciones. La forma de tener confianza no es confiar en uno mismo, sino en Dios, que tiene éxito en todo. Reconocer la propia debilidad es un paso necesario para corregir los errores. Luego, tratá de llegar muy hondo en tu mente, a un lugar seguro; hay un lugar en vos de perfecta paz, donde vive la fortaleza de Dios.
Esta idea remarca que Dios es nuestra seguridad siempre. Su Voz habla por Él diciéndonos cómo invocar Su fortaleza y Su protección.

Lección 48 : "No hay nada que temer".
Hoy haremos sesiones muy cortas, muy simples y muy frecuentes, tan a menudo como podamos, y se recomienda que sean con ojos cerrados, de alrededor de un minuto c/u.
Esta idea afirma simplemente un hecho real. La presencia de miedo es señal de que estás confiando en tu propia fortaleza. La conciencia de que no hay nada que temer, indica que en algún lugar de tu mente, recordaste a Dios y dejaste que Su fortaleza ocupe tu debilidad.

Lección 49 : "La Voz de Dios me habla durante todo el día".
Hoy necesitamos 4 sesiones de 5 minutos c/u, de ser posible incluso más. Trataremos de oír la Voz de Dios recordándonos a Dios y a nuestro Ser.
Escuchá en profundo silencio, tratando de permanecer muy quedo y abrí tu mente. Sumergite en la paz que te espera más allá de tus pensamientos habituales. Estamos tratando de llegar al hogar, donde somos bienvenidos; estamos tratando de llegar a Dios.
Aplicaciones Cortas: hacelas frecuentemente, con ojos abiertos si es necesario, cerrados si es posible, esperando quedamente luego de repetir la idea de hoy; estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.
La idea de hoy nos dice que es posible escuchar la Voz de Dios durante todo el día, sin interrumpir las actividades habituales, porque la parte de tu mente donde vive la verdad está siempre comunicada con Dios; es serena, está en continuo reposo y llena de seguridad; es la única que existe realmente. La otra parte de tu mente es una ilusión, frenética y perturbada, tratá hoy de no prestarle oídos, sino de oír la voz de Dios llamándote, recordándote que te ama y no te olvidó.

Lección 50 : "El Amor de Dios es mi sustento".
2 veces al día, durante 10 minutos, la primera por la mañana, la otra por la noche, repetí la idea de hoy, reflexioná sobre ella, dejá que vengan pensamientos afines. Permití que la paz te cubra, y no permitas pensamientos vanos o necios que te perturben.
Sesiones cortas: hacelas con frecuencia a lo largo del día.
Hemos depositado, a lo largo de los años, nuestra fe en las cosas: ropa, casas, trabajo, poder... cosas huecas y sin fundamento a las que dotamos de poder. Todas ellas son sustituto del Amor de Dios, y aseguran tu identificación con el cuerpo y con el ego. No te sustentarán.
Sólo el Amor de Dios te protege en toda circunstancia, te rescata y te eleva hasta la paz y seguridad perfecta, adonde nada puede interrumpir tu calma eterna. Depositá tu fe en el Amor de Dios por vos. Estarás declarando tu liberación de los ídolos materiales, estarás reconociendo la verdad que hay en vos.

Primer Repaso

Cada día, tendremos 5 de las ideas vistas hasta hoy. Comenzá el día leyendo las 5 ideas y los comentarios. De ahí en adelante, no es necesario un orden determinado al repasarlas; dedicá 2 minutos a cada sesión de práctica, pensando en la idea y comentarios que hayas leído. Si alguna de las ideas te atrae más, podés concentrarte en ella, pero hay que repasar por lo menos una vez todas las ideas del día.
Si podés, hacé los repasos en un lugar tranquilo, pero no es imprescindible.
Notarás que algunas de las ideas no están en su forma original; usalas tal como ahora se dan.


Lección 51: "Nada de lo que veo significa nada". Porque veo lo que no es nada, y lo que no es nada no tiene significado. Tengo que desprenderme de esta forma de ver para que la visión pueda ocupar el lugar que le corresponde.
"Le he dado a todo lo que veo todo el significado que tiene para mí". He juzgado todo lo que veo, y sólo veo mis juicios al mirar; eso no es visión. Estoy dispuesta a reconocer la falta de validez de mis juicios, porque quiero ver.
"No entiendo nada de lo que veo". ¿Cómo puedo entender lo que veo, si lo juzgué erróneamente? Lo que veo es una proyección de los errores de mi pensamiento. Por ello, quiero desprenderme de esta idea, par poder ver, entender y amar.
"Estos pensamientos no significan nada.". Los pensamientos de los que soy consciente no significan nada, porque estoy tratando de pensar sin Dios. Y mis pensamientos reales son los que pienso con Dios. Estoy dispuesta a reconocer que mis pensamientos actuales no significan nada, y a abandonarlos; elijo pensar los pensamientos que pienso con Dios, en los descansa toda la creación.
"Nunca estoy disgustado por la razón que creo". porque estoy tratando de justificar mis pensamientos, de hacer que sean verdad, haciendo de las cosas mi enemigo para justificar mi ira; no me he dado cuenta de que hacía esto para defenderme, para defender un sistema de pensamiento que me dañó. Estoy dispuesto a abandonarlo.

Lección 51 : "Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí". La realidad sólo brinda perfecta paz; si estoy disgustado, es porque la reemplacé con ilusiones. Siempre estoy disgustado por nada.
"Sólo veo el pasado". Cuando miro a mi alrededor, condeno al mundo que veo, usando el pasado en contra del mundo. Cuando me perdone a mí mismo y haya recordado quién soy, bendeciré al mundo que vea, contemplando con amor todo lo que antes no podía ver.
"Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado". Veo únicamente mis propios pensamientos proyectados afuera. Permítaseme recordar que me fijo en el pasado para prevenir que el presente despierte en mi mente; permítaseme aprender a dejar atrás el pasado, dándome cuento que al hacerlo, no renuncio a nada.
"No veo nada tal como es ahora".Sólo puedo ver lo que está acá ahora. La elección no es entre pasado y presente, sino entre ver o no ver. Ahora puedo elegir de nuevo, para poder ver.
"Mis pensamientos no significan nada".No tengo pensamientos privados, aunque sólo de ellos soy consciente. ¿No es preferible unirse al pensamiento del universo en vez de oscurecer todo con mis míseros pensamientos "privados"?

Lección 53 : "Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado". Tenemos tanto pensamientos sin significado (que nos muestran un mundo demente) como pensamientos reales. Recurriendo a ellos, puedo ver un mundo real.
"Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado." Los pensamientos dementes perturban y dan lugar a un mundo sin orden. Agradezco que este mundo caótico no es real, y que sólo lo veo si elijo otorgarle valor. Por ello elijo no otorgarle valor.
"Un mundo sin significado engendra temor." Lo que es demente engendra temor; no podemos contar con ello en absoluto. Pero un mundo así no es real; sólo le he conferido ilusión de realidad. y sufrí por haber creído en él. Elijo ahora dejar de creer en ésto y depositar mi confianza en lo que es real; así, me escaparé de todos los efectos del miedo.
"Dios no creó un mundo sin significado." ¿Cómo podría existir un mundo sin significado si Dios no lo creó? ¿Por qué seguir creyendo lo que crearon mis pensamientos dementes, cuando la perfección de la creación en mi hogar? Quiero reconocer mi verdadera morada.
"Mis pensamientos son imágenes que yo misma he fabricado." Todo lo que veo refleja mis pensamientos; son ellos los que me dicen dónde estoy y lo que soy. Al ver un mundo demente, sufriente, no estoy permitiendo que mis pensamientos reales viertan su benéfica luz sobre lo que veo. No obstante, el camino de Dios es seguro; las imágenes que fabriqué no prevalecen contra Dios, porque mi voluntad es volver a Él. Mi voluntad es la Suya.

Lección 54 : "No tengo pensamientos neutros." Es imposible tenerlos, porque los pensamientos tienen poder. O dan lugar a un mundo falso y demente, o dan lugar a un mundo real; pero es imposible que no tengan efecto. Mis pensamientos no pueden ser al mismo tiempo falsos y verdaderos, tienen que ser lo uno o lo otro; lo que veo del mundo me muestra cómo son.
"No veo cosas neutras." Lo que veo da testimonio de lo que pienso; y si no pensara, no existiría, porque la vida es pensamiento. Permítaseme ver al mundo como una representación de mi estado de ánimo. Sé que éste puede cambiar, y sé que el mundo que veo puede cambiar también.
"No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver". Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. Puedo invocar mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales; y el mundo real despertará en su visión así como en la mía.
No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos ". No soy el único en nada. Todo lo que pienso, digo o hago, es una enseñanza para todo el universo. Un hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. Tengo el poder de cambiar todas las mentes junto con la mía, por ser Hijo de Dios.
"Estoy decidida a ver". Reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, y estoy decidida a ver las muestras de que la manera de pensar del mundo ha cambiado. Veré que el amor reemplaza al miedo, la risa a las lágrimas, y la abundancia a las pérdidas. Quiero contemplar el mundo real, que me muestra que la voluntad de Dios y la mía son una.

Lección 55 : "Estoy decidida a ver las cosas de otra manera". Lo que ahora veo son signos de enfermedad y muerte, y esto no puede ser lo que Dios creó para su hijo bienamado. Si veo estas cosas, es porque no entiendo a Dios. Estoy decidido a ver los testigos de la verdad en mí, en vez de aquellos que me muestran una ilusión de mí mismo.
"Lo que veo es una forma de venganza" El mundo que veo no es la representación de pensamientos amorosos, y son mis propios pensamientos de ataque los que le dan lugar. Mis pensamientos amorosos me librarán de esta percepción del mundo y me brindarán la paz que Dios dispuso que yo tuviese.
"Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque". En ésto y sólo en ésto radica la salvación. Si no albergase pensamientos de ataque, no podría ver un mundo de ataque. A medida que el perdón permita que el amor vuelva a mi conciencia, veré un mundo de paz, seguridad y dicha. Y esto es lo que elijo ver.
"No percibo lo que más me conviene". ¿Cómo podría saber lo que más me conviene si no sé quién soy? Estoy dispuesta a seguir al Guía que Dios me ha dado para descubrir lo que más me conviene, sabiendo que no lo veré por mi cuenta.
"No sé cuál es el propósito de nada ". Para mí el propósito de todas las cosas es justificar las ilusiones que abrigo respecto del mundo, por eso desconozco su verdadero propósito. Quiero que mi mente se vuelva receptiva al verdadero propósito del mundo, renunciando al que le he asignado, y descubrir la verdad acerca de él.

Lección 56 : "Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad". Todas mis esperanzas y planes parecen estar a merced de un mundo que no puedo controlar, donde acechan el dolor, la muerte, la desdicha. Sin embargo, la seguridad perfecta y la plena realización son mi herencia; y mis pensamientos reales me la mostrarán porque Dios la resguardó para mí
"Por encima de todo, quiero ver". Al reconocer que lo que veo es un reflejo de lo que creo ser, me doy cuenta de que mi mayor necesidad es la visión. Si voy a recordar quién soy, es primordial que abandone una imagen temerosa de mí mismo; y a medida que esta imagen sea reemplazada por la verdad, se me concederá la visión. Así contemplaré al mundo y a mí con claridad y amor.
"Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera". El mundo que veo mantiene la imagen que forjé de mí mismo y mantiene su vigencia. Mientras lo siga viendo, la verdad no puede alborear en mi conciencia. Dejaré que se abra la puerta que está más allá de este mundo, para poder ver el mundo del Amor de Dios.
"Dios está en todo lo que veo " Tras cada imagen que forjé, se halla la verdad: mi voluntad unida a la de Dios. Dios sigue estando en todas partes y en todas las cosas eternamente, y nosotros, por ser parte de Él, reconoceremos la verdad que yace más allá de las apariencias.
"Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente." Oculto por mis pensamientos de separación y ataque, está el conocimiento de que todo es uno eternamente. Yo no perdí el conocimiento de quién soy por haberlo olvidado; ha sido resguardado para mí en la mente de Dios. Y yo soy uno con Él.

Lección 57 : "No soy víctima del mundo que veo". ¿Cómo podría ser víctima de un mundo que depende de mí para existir? Las puertas de la prisión están abiertas. Nada me retiene en este mundo, sólo mi deseo de permanecer aquí. Quiero renunciar a mis desquiciados deseos y caminar hacia la luz del sol.
"He inventado el mundo que veo". Yo mismo creé la prisión en la que me hallo, y con reconocerlo, quedaré libre. Me engaño a mí mismo al creer que es posible aprisionar al Hijo de dios, y es un error que quiero dejar de cometer, ya que el Hijo de Dios no puede sino ser eternamente libre. Él se encuentra donde Dios quiere que esté, no donde yo quise ponerlo.
"Hay otra manera de ver el mundo". Dado que el propósito del mundo no es el que yo le asigné, tiene que existir otra manera de verlo. Quiero contemplar el mundo tal como es, y verlo como un lugar donde el Hijo de Dios encuentra su libertad.
"Podría ver paz en lugar de esto". Cuando vea el mundo como un lugar de libertad, veré que refleja las leyes de Dios y no las que yo inventé. Y veré que la paz mora en los corazones de todos los que comparten este lugar conmigo.
"Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo". A medida que comparto la paz con mis hermanos, reconozco que brota de lo más profundo de mí mismo. El mundo que contemplo queda iluminado con la luz de mi perdón, y lo refleja de nuevo sobre mí. Así empiezo a comprender la santidad de toda cosa viviente, incluyéndome, y su unidad conmigo.

Lección 58 : "Mi santidad envuelve todo lo que veo". De mi santidad procede la percepción del mundo real. Habiendo perdonado, a mí y al mundo, ya no me considero culpable. Puedo aceptar la inocencia.
"Mi santidad bendice al mundo.". La percepción de mi santidad hace que yo y todo lo que veo sea incluido en la luz. A medida que reconozco mi santidad, la del mundo se alza resplandeciente.
"No hay nada que mi santidad no pueda hacer". El poder curativo de mi santidad es ilimitado, tal como su poder. Sólo me tengo que salvar de las ilusiones, que son falsas ideas acerca de mí, y mi santidad las desvanece al afirmar lo que en verdad soy.
"Mi santidad es mi salvación.". Ella me absuelve de toda culpa. Reconocerla es reconocer mi salvación, y entonces nada podrá atemorizarme. Así todos compartirán mi entendimiento, que es el regalo que me hizo Dios a mí y al mundo.
"Soy bendito por ser un Hijo de Dios.". En esto reside mi derecho a lo bueno; me pertenece porque así lo quiso Dios. Él me sustenta, me protege me dirige y me cuida en todo.

Lección 59 : "Dios va conmigo dondequiera que yo voy". ¿Cómo puedo estar solo, dudar, sentirme inseguro, sufrir, cuando en Él mora la perfecta certeza, la paz absoluta, el amor? Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
"Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo". Hoy no recurriré a mis ojos para ver. Hoy me valdré del regalo de la visión de Cristo para que este día me ayude a comprender la eternidad. "Dios es mi fuente. No puedo ver separada de Él." Puedo ver lo que Dios quiere que vea; más allá sólo hay ilusiones. Es a través de la visión de Cristo como elijo ver.
"Dios el la luz en la que veo".No puedo ver en la oscuridad, y Dios es la única luz. Por lo tanto, si voy a ver, tiene que ser por medio de Él. Le doy la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.
"Dios es la Mente con la que pienso".No tengo pensamientos que no comparta con Dios, porque no tengo otra mente que la Suya. Mis pensamiento son Suyos, y los Suyos, míos.

Lección 60 : "Dios es el Amor en el que perdono". Dios no perdona, porque jamás ha condenado. Para mí, el perdón es el medio por el cual reconoceré mi inocencia, es el reflejo del Amor de Dios en la tierra; llevándome tan cerca del Cielo que el Amor de Dios podrá tenderme la mano y elevarme hasta Él.
"Dios es la fortaleza en la que confío." No es con mi fortaleza con la que perdono, sino con la de Dios en mí, la cual recuerdo al perdonar. Y empiezo a recordar al Amor que decidí olvidar, pero que nunca se olvidó de mí.
"No hay nada que temer." ¡qué seguro me parecerá el mundo cuando lo pueda ver! Todo en él me bendecirá; reconoceré en todo al Amigo más querido. ¿qué puedo temer en un mundo que he perdonado y que a su vez, me ha perdonado?
"La voz de Dios me habla durante todo el día. " No hay un momento en que Su voz deje de guiar mis actos y dirigir mis pensamientos. Me dirijo firmemente hacia la verdad; no hay otro lugar adonde ir porque la voz de Dios es la guía que se le dio a Su Hijo.
"El Amor de Dios es mi sustento." Cuando escucho la voz de Dios, su Amor me sustenta. Cuando abro los ojos, su Amor alumbra el mundo para que pueda verlo. Cuando perdono, su Amor me recuerda que Su Hijo es impecable. Y cuando contemplo al mundo con su visión, recuerdo que yo soy Su Hijo.

Y ahora, terminado el repaso, volvemos a una frase por día

Un Curso de Milagros "Libro de Ejercicios del 21 al 40"


Lección 21

Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
La idea de hoy es obviamente una continuación y ampliación de la anterior. Esta vez, sin embargo, además de aplicar la idea a cualquier situación concreta que pueda surgir, son necesarios también períodos específicos de búsqueda mental. Se te exhorta a que lleves a cabo cinco sesiones de práctica de un minuto com­pleto cada una.

Inicia las sesiones de práctica repitiendo la idea en tu interior. Luego cierra los ojos y busca con minuciosidad en tu mente aque­llas situaciones pasadas, presentes o previstas que susciten ira en ti. La ira puede manifestarse en cualquier clase de reacción, desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada. El grado de intensidad de la emoción experimentada es irrelevante. Te irás dando cuenta cada vez más de que una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia.

Trata, por lo tanto, durante las sesiones de práctica, de no dejar escapar aquellos pensamientos de ira que consideras "insignifi­cantes". Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que sus­cita ira en ti, y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno. Probablemente te sentirás tentado de emplear más tiempo en ciertas situaciones o personas que en otras, sobre la base falsa de que son más "obvias" Esto no es cierto. Es mera­mente un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras.

Al escudriñar tu mente en busca de todas las formas en que se presentan los pensamientos de ataque, mantén cada uno de ellos presente mientras te dices a ti mismo:

Estoy decidido a ver a _____ (nombre de la persona] de otra manera.
Estoy decidido a ver _____ [especifica la situación] de otra manera.

Trata de ser tan específico como te sea posible. Puede, por ejemplo, que concentres tu ira en una característica determinada de alguna persona en particular, creyendo que la ira se limita a ese aspecto. Si tu percepción sufre de esa forma de distorsión, di:

Estoy decidido a ver [precisa la característica] de [nombre de la persona] de otra manera.

Lección 22

Lo que veo es una forma de venganza.
La idea de hoy describe con gran precisión la manera en que todo aquel que alberga en su mente pensamientos de ataque no puede sino ver el mundo. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de devolverle el golpe. De esta manera, percibe su propio ataque como un acto en defensa propia. Esto se convierte progresivamente en un círculo vicioso hasta que esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas. De lo contrario, los pensamientos de ataque y contraata­que le consumirán y poblarán todo su mundo. ¿De qué paz men­tal podría gozar en tales condiciones?

De esta fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar. ¿No es maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real? ¿No te alegra sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella? Tú has fabricado lo que deseas destruir; lo que odias y lo que quieres atacar y matar. Nada de lo que temes existe.

Mira hoy al mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada vez. A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus adentros:

Veo únicamente lo perecedero.
No veo nada que vaya a perdurar.
Lo que veo no es real.
Lo que veo es una forma de venganza.

Al final de cada sesión de práctica, pregúntate:

¿ Es éste el mundo que realmente quiero ver?

La respuesta será obvia.
Lección 22: "Lo que veo es una forma de venganza" Hoy haremos 5 sesiones de práctica de por lo menos un minuto cada una. Con ojos abiertos, a medida que pases lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, decí para adentro: "Veo únicamente lo perecedero. No veo nada que vaya a perdurar, lo que veo no es real, lo que veo es una forma de venganza"
La idea de hoy describe cómo ve el mundo todo el que tiene pensamientos de ataque en su mente. Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es al mundo a punto de devolver el golpe; así ve sus pensamientos de ataque como defensa propia, creando un círculo vicioso. ¿De qué paz mental se puede gozar así?
Es de esto de lo que queremos escapar. ¿No es maravilloso saber que esta fantasía salvaje no es real? ¿Que se puede escapar de ella? Nada de lo que tememos, existe.

Lección 23: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de un minuto, además de aplicarla a lo largo del día según la necesidad. Mirá a tu alrededor, repetí la idea lentamente, y luego cerrá los ojos y buscá en tu mente el mayor número de pensamientos de ataque que se te ocurran; y a cada uno de ellos, decile: "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque
acerca de ..."
Pensamientos de ataque son todos los juicios, opiniones, deseos... todo lo que pienses del mundo.
La idea de hoy es la única manera de escapar del miedo. Cada uno de tus pensamientos crea el mundo que ves; por eso es con tus pensamientos que tenés que trabajar para cambiar tu percepción del mundo. Si el mundo que ves es generado por tus pensamientos de ataque, éstos son los pensamientos a los que hay que renunciar. De nada sirve quejarse del mundo o tratar de cambiarlo. No estás atrapado en el mundo que ves, porque su causa se puede cambiar.

Lección 24: "No percibo lo que más me conviene". Hoy se requieren 5 sesiones de práctica de DOS minutos. Repetí la idea de hoy, y cerrá los ojos para, con la mayor honestidad posible, buscar aquellas situaciones no resueltas en tu vida y que te causen desasosiego, tratando de encontrar el resultado que deseás. Nombra cada situación así: "Lo que me gustaría que ocurriese con relación a .... es que .... y que .... sucediese." tratando de abarcar distintos desenlaces. Luego decí para adentro: "No percibo lo que más me conviene en esta situación". y pasá a la siguiente situación no resuelta.
La idea de hoy se basa en que lo que hacemos, las soluciones que deseamos, están basadas en nuestra percepción de las situaciones: si la percepción es errónea, todo es un castillo de naipes.
Si pudiésemos darnos cuenta de que no percibimos lo que más nos conviene, podríamos aprender qué es eso. Pero como estamos convencidos de saberlo, no se nos puede enseñar algo que creemos saber.
A veces, a posteriori, comprobamos cómo aquello que creíamos que solucionaría nuestra vida, sólo aportó errores y sufrimiento; o cómo de haberse producido lo que deseábamos, hubiera sido pésimo para nosotros. ¿no te pasó nunca?

Lección 25: "No sé cuál es el propósito de nada ". Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetir la frase lentamente y luego mirá a tu alrededor y dejá que tus ojos se posen en cualquier cosa que te llame la atención, lejos o cerca, nimia o importante, y decí: "No sé para qué es esta ... (silla, lápiz, mano, etc)" sin apartar los ojos del objeto; pasá luego al siguiente objeto.
Propósito es significado. La idea de hoy explica por qué nada de lo que ves tiene significado: no sabés para qué es. Pero todo existe para tu beneficio; al reconocer ésto, tus objetivos se unifican; y esto no tiene nada que ver con lo que más te conviene, porque vos no sos el ego. Cuando creas esto, te esforzarás por retirar los objetivos que le asignaste al mundo, ya que ahora sólo tienen que ver con tus objetivos "personales". Esto no tiene que ver con reconocer los objetivos a nivel "superficial" (un teléfono sirve para hablar a distancia, por ej) sino con lo que es significativo.

Lección 26: "Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad".
Dos minutos por sesión, que pueden reducirse a uno en caso de incomodidad. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
Repetí mentalmente la frase y luego cerrá los ojos y buscá aquellas situaciones no resueltas en tu vida, cuyos desenlaces te inquietan (sea por depresión, ansiedad, enojo, etc.) No utilices muchos en cada sesión. Primero, nombra la situación: "estoy preocupada acerca de ...." Luego examina los posibles desenlaces "temo que pueda ocurrir .... y ...." cinco o seis posibilidades desagradables; luego decí: "este pensamiento es un ataque contra mí mismo." Concluye cada sesión repitiendo para tus adentros la idea de hoy.
Si no puedes ser atacado, es porque eres invulnerable: a menos que creas ver en el ataque una amenaza real. Si creés que podés atacar, el resultado es que podrías ser atacado. Si temés ser atacado, no podés ser invulnerable: ambas ideas se contraponen. Los pensamientos de ataque hacen que seas vulnerable en tu mente, que es donde se generan estos pensamientos. Su efecto no es otro que debilitarte a VOS. Tu vulnerabilidad o invulnerabilidad depende de tu propia mente.

Lección 27: "Por encima de todo, quiero ver". Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a vos mismo, a lo largo del toooodo el día, que estás decidido a ver por encima de todos tus otros deseos.
Hay que repetirla 2 veces POR HORA. (nosotras lo hacemos a la hora en punto y a la media hora) y si podés con mayor frecuencia, mejor. Si te sentís incómodo por la falta de reserva que esta idea conlleva, o tenés temor a perder algo, agregá "la visión no le cuesta nada a nadie; tan sólo puede bendecir".
Te sugiero otra vez un reloj con alarma... Si te saltás alguna sesión, no importa: si sólo la repetiste sinceramente una vez en el día, te ahorraste muchos años de esfuerzo.
Esta idea le da prioridad a la visión sobre todos tus demás deseos.
Aunque sientas la tentación de creer que se te pide un sacrificio a cambio de la idea de hoy, o aún cuando no estés convencido de que éste sea realmente tu mayor deseo, no importa. El propósito de la idea de hoy es aproximar el momento en que ésto sea una verdad para vos

Lección 28: "Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera".
Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día.
En cada sesión repetí mentalmente la frase y luego mirá a tu alrededor y aplicá la idea de hoy a cualquier cosa que veas a tu alrededor. Incluí el nombre del objeto: "Por encima de todo, quiero ver este.... de otra manera" Hacelo muy despacio, y tan a conciencia como sea posible. No hay prisa.
Hoy le damos una aplicación concreta a la idea de ayer. Quizá te preguntes por qué es importante ver una mesa de otra manera; pero o ves o no ves. Y cuando hayas visto una sola cosa de otra manera, sin definirla en función del pasado, sin aplicarle el propósito que creés que tiene sino preguntándoselo al objeto, te estás comprometiendo a ver. No sólo la mesa, sino el universo.

Lección 29: "Dios está en todo lo que veo " Dos minutos por sesión. Hacer seis sesiones de práctica en el día. Además, repetirla una vez por hora, mirando lentamente a tu alrededor. Comenzá repitiendo la idea en tu interior y luego aplicala a aquellos objetos seleccionados al azar. Trata de evitar dirigir la selección de objetos, lo que puede ser una tentación por ser la idea de hoy de naturaleza tan extraña.
La idea de hoy explica por qué podés ver propósito en todo, por qué nada está separado y por qué nada tiene significado alguno. Explica todas las ideas que usamos hasta ahora, y todas las siguientes. Es probable que te resulte difícil entenderla (no hablemos de creerla) pero tratá de empezar a mirar todas las cosas (aún las inanimadas como una silla, una mesa) con Amor, porque ¿cómo podríamos saber lo que en ellas se encierra?

Lección 30: "Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente."
La idea de hoy la aplicaremos tan frecuentemente como sea posible a lo largo del día. Cada vez que tengas un minuto, repetila lentamente para adentro, y luego hacela mirando a tu alrededor, o en otras ocasiones, cerrando los ojos, aplicala a todo lo que no esté al alcance de tu vista.
Esta idea es un trampolín a la Visión. por medio de ella el mundo se abrirá ante vos, y al contemplarlo, verás en él lo que antes nunca habías visto. Estamos tratando de lograr un nuevo tipo de proyección; en vez de deshacernos de lo que no nos gusta viendolo afuera, tratamos de ver en el mundo lo que está en nuestra mente.
Lección 31: "No soy víctima del mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos, una por la mañana y otra por la noche, además de hacer frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Te liberarás de ambos al mismo tiempo, porque el externo es consecuencia del interno, y la idea de hoy es la introducción a tu declaración de emancipación. Examiná cualquier pensamiento que cruce tu mente, miralos ir y venir... no le des preferencia a ninguno de ellos.
La idea de hoy es especialmente útil como respuesta a cualquier tentación que se presente: te recuerda dónde está la Verdad.

Lección 32: "He inventado el mundo que veo". Hoy se requieren 2 sesiones de práctica más largas, de tres a cinco minutos (no menos de tres), una por la mañana y otra por la noche (si notás que hacer la sesión te relaja, podés extenderla a más de 5 minutos). Además, hacé frecuentes aplicaciones cortas a lo largo del día, que consisten en lentas repeticiones de la idea de hoy, según explorás tu mundo interno ó externo. En las sesiones largas, mirá lentamente a tu alrededor mientras repetís la idea de hoy 2 ó 3 veces, luego cerrá los ojos y aplicala a tu mundo interno. Tratá de introducir la idea de que ambos, interno y externo, son lo mismo.
Esta idea continúa desarrollando el tema de causa y efecto. No sos víctima del mundo, porque VOS lo inventaste; podés renunciar a él con la misma facilidad con que lo construíste. Mientras desees verlo, lo verás; si no lo deseas, no estará ahí para que lo veas.
Aplicá la idea de hoy inmediatamente a cualquier situación que pueda perturbarte, diciéndote a vos mismo: "He inventado esta situación tal como la veo"

Lección 33 : "Hay otra manera de ver el mundo".
2 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche.
En cada sesión, repitiendo la idea de hoy tan a menudo como puedas, mirá de pasada el mundo externo a vos; luego cerrá los ojos, y examiná tus pensamientos internos de la misma manera. Tratá de ser desapegado con ambos.
Durante el día, repetí la idea tan a menudo como puedas, y aplicala de inmediato a cualquier situación que te perturbe: "hay otra manera de ver ésto", repitiéndolo para tus adentros.
Lo que intentamos hoy es reconocer que podemos cambiar la percepción de nuestro mundo, tanto en el aspecto externo como interno.

Lección 34: "Puedo ver paz en lugar de esto".
Recomiendan 3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
Deben hacerse con los ojos cerrados, porque es a nuestro mundo interno al que nos dirigimos con la idea de hoy. Son 5 minutos de búsqueda en tu mente de pensamientos de temor, de situaciones que provoquen ansiedad, personas o acontecimientos "ofensivos" o cualquier otro pensamiento "no amoroso". A medida que surja cada pensamiento en tu mente, observalo relajadamente, y repetile la idea de hoy "podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella"; luego pasá al siguiente pensamiento.
La idea de hoy comienza a describir las condiciones que prevalecen en la otra manera de ver. La paz mental es una cuestión interna. Tiene que empezar por tus pensamientos y luego extenderse hacia afuera. Es de tu paz mental de donde nace una percepción pacífica del mundo.

Lección 35: "Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo".
3 sesiones largas: 5 minutos completos a la mañana y otros 5 minutos a la noche, con 5 minutos más intercalados en el día.
En cada sesión, repetí la idea para tus adentros, luego cerrá los ojos, y buscá en tu mente los términos con los que te describís a vos mismo, positivos o negativos. Todos son irreales, porque no nos vemos a nosotros mismos con los ojos de la santidad. Por ej: "Me veo a mi mismo como alguien pesimista; pero mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo" y pasá a la siguiente cualidad. Si no surgen tus propios atributos, sólo relajate y repetí la idea de hoy.
Tan a menudo como sea posible durante el día, aplicá la idea de hoy a cada atributo que te estés adjudicando.
Esta idea no describe la manera como nos vemos a nosotros mismos ahora; pero es lo que la visión nos mostrará. A todos nos cuesta creer ésto de nosotros mismos; esta es la razón por la que creemos estar en el mundo. Pero al establecer nuestro Origen, establecemos nuestra Identidad, describiéndonos como debemos ser en verdad. Hoy cambiamos el énfasis hacia el que percibe (nosotros) en vez de hacia lo percibido.

Lección 36 : "Mi santidad envuelve todo lo que veo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase varias veces lentamente. Luego abrilos y mirá a tu alrededor con lentitud, aplicando la idea a cada objeto que notes. Por ej: "Mi santidad envuelve esa alfombra; mi santidad envuelve esa pared..."Volvé a cerrar los ojos, y a repetir mentalmente la frase; abrilos nuevamente, y continuá como antes.
La idea de hoy extiende la idea de ayer del que percibe a lo percibido. Somos santos porque nuestra mente es parte de la de Dios; por ello, nuestra visión no puede sino ser santa también.
"Impecabilidad" quiere decir libre de pecado. No se puede librarse del pecado "sólo un poco..." O somos impecables, o no. Y si nuestra mente es parte de la de Dios, lo somos; porque sino la Suya sería pecaminosa.

Lección 37: "Mi santidad bendice al mundo".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Cerrá los ojos, y repetí mentalmente la frase; luego abrí los ojos, y aplicá la idea de hoy a lo que veas, durante un minuto ("mi santidad bendice esa silla" etc); otra vez cerrá los ojos y aplicá la idea a cualquier persona que te venga a la mente, usando su nombre: "mi santidad te bendice, NN" La sesión debe concluír con una repetición de la frase con ojos cerrados (1 vez) y luego con ojos abiertos (1 vez).
Los ejercicios cortos consisten en repetir la idea de hoy tan a menudo como puedas. Es muy útil aplicarla a todas las personas con las que te encuentres, usando su nombre al hacerlo; y es esencial que lo hagas si alguien parece causarte una reacción adversa.
Esta idea contiene los primeros destellos de tu verdadera función en el mundo, la razón de que estemos aquí. Nuestro propósito es ver al mundo a través de nuestra santidad, para ser bendecidos junto con el mundo. Nos permite eliminar la idea de sacrificio del mundo, y nuestra santidad es la salvación del mundo, que es uno con nosotros. Nos permite enseñarle al mundo, sin predicar ni decirle nada; sólo por medio de nuestro sereno reconocimiento de que en nuestra santidad, todas las cosas son bendecidas, junto con nosotros mismos.

Lección 38: "No hay nada que mi santidad no pueda hacer".
Hoy se requieren 4 sesiones de práctica, preferiblemente de 5 minutos cada una, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy, cerrá los ojos y buscá en tu mente cualquier sensación de pérdida o infelicidad, tratando de no hacer distinciones entre situaciones difíciles para vos o para otro. Y aplicá la idea de hoy: "En esta situación con respecto a .... en la que me veo envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" ó "En esta situación con respecto a .... en la que ..... se vé envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer" Introducí las variaciones que quieras, pero centrado en la idea de hoy.
En las aplicaciones cortas y frecuentes, aplicá la idea en su forma original, a menos que te venga a la mente algún problema en particular, para ello usala en su forma específica.
La idea de hoy es que tu santidad invierte todas las leyes de este mundo, y está fuera de las restricciones de tiempo, espacio o cualquier límite. Mediante tu santidad, el Poder de Dios se manifiesta, y se vuelve accesible. Y no hay nada que el Poder de Dios no pueda hacer; eliminar todo dolor, acabar todo pesar, solucionar todo problema; en relación con vos o con otro.
Si vos sos santo, también lo es todo lo que Dios creó. Apliquemos hoy el poder de nuestra santidad a cualquier problema, dificultad o sufrimiento que tenga que ver con vos o con otro, ya que no hay distinciones entre vos y otros.

Lección 39 : "Mi santidad es mi salvación".
Hoy se te exhorta a que sean de 5 minutos completos cada una de las 4 sesiones de práctica largas, y a que sean más frecuentes y de más duración. además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Repetí la idea de hoy para tus adentros; luego cerrá los ojos y buscá en tu mente pensamientos que no sean amorosos, en cualquier forma en que se presenten: de ellos necesitas salvarte. Impartirles tu bendición a estas situaciones, personas, etc. asociadas a pensamientos no amorosos, que son sujetos apropiados; para tu salvación, es imperativo que los veas de otra manera. Impartirles tu bendición te salvará y te dará esa otra visión.
Lentamente, sin elegir conscientemente, aplicá la idea "Mis pensamientos no amorosos acerca de .... me mantienen en el infierno. Mi santidad es mi salvación."
También podés solamente repetir la idea de hoy lentamente. Asimismo podés relajarte sin pensar en nada. (mantener la concentración irá siendo más fácil con la práctica). Para finalizar la sesión, repetí la idea de hoy y añadí: "si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto?"
En las aplicaciones cortas, que deben hacerse 4 veces por hora de ser posible, repetí la idea de hoy, y aplicala: "Mi santidad es mi salvación de ésto".
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? La pregunta no es difícil, pero si realmente creyeras que la culpabilidad es el infierno, no precisarías estos ejercicios. Tu santidad es la salvación del mundo. ¿Y tu propia salvación? no puedes dar lo que no tienes. Por eso hoy los ejercicios se dirigen a vos. Tu salvación es crucial, y beneficia al mundo entero. Tu santidad es la respuesta a toda pregunta que exista. Significa el fin de la culpabilidad, y por ende, el fin del infierno. Tu santidad es la salvación del mundo, y tu salvación.

Lección 40 : "Soy bendito por ser un Hijo de Dios".
Hoy no hay sesiones largas, sólo muchas cortas y frecuentes; lo ideal, sería cada diez minutos. Tratá de hacerlo, y retomá si interrumpiste. Sólo tratá nuevamente.
No es necesario cerrar los ojos, pero será beneficioso hacerlo; sólo repetí la idea de hoy, y agregale algún atributo que asocies con ser Hijo de Dios, aplicado a vos mismo, por ej: "Soy bendito por ser un Hijo de Dios; soy feliz, y estoy en paz, soy amoroso y estoy contento."
Esta idea comienza a afirmar algunas de las bienaventuranzas a las que tenés derecho por ser quien sos.